El bloqueo político en España y las dificultades para sacar adelante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado están privando a las autonomías de disfrutar ya de las entregas a cuenta del modelo de financiación. Las cuentas de 2019 incorporaban un actualización de estas entregas, de tal manera que las comunidades autónomas tenían programados estos recursos mejorados. En el caso de la Comunitat Valenciana, la mejora se concreta en 450 millones más como consecuencia de una estimación de aumento de los ingresos por el crecimiento de la economía.
Sin embargo, técnicamente la vía para actualizar estas entregas a cuenta sin esperar a la liquidación era a través de un presupuesto «non nato». Las comunidades autónomas, con la valenciana al frente, viven tensiones presupuestarias ya que esperaban contar ya con este dinero.
«Se cobrará sí o sí»
Fuentes de la Conselleria de Hacienda indicaron que Soler y la ministra Montero están negociando para encontrar la fórmula que permita la llegada del dinero e indicaron que tienen la seguridad de que es una cuestión técnica porque la decisión política está tomada. Además, aseguran que ese dinero se cobrará sí o sí, aunque admitieron que es mejor que sea ahora y no tener que esperar a la liquidación.
La preocupación del Consell no sólo se centra en el descalabro que la falta de estos recursos generará en las cuentas autonómicas. El bloqueo político para la formación del Gobierno central tiene otra repercusión de calado para las arcas autonómicas. Nada menos que 1.500 millones de euros están en el aire si, como todo apunta, se retrasa la investidura del presidente del Gobierno y los Presupuestos del Estado que diseñó Pedro Sánchez antes de elecciones no ven luz este ejercicio.
El Consell bipartito elaboró sus últimas cuentas de la legislatura, las relativas a 2019, con la previsión de que las estatales verían la luz este año, un escenario que permitió presentar un documento con una previsión extra de recursos por valor de 1.500 millones. Dinero que, teóricamente, aportaría el Gobierno central a las arcas de la Generalitat por varias vías. Así, junto a la partida de la infrafinanciación (1.325 millones de euros que el Botànic presupuesta como ingreso del Estado de forma sistemática aunque nunca la recibe), la Conselleria de Hacienda incluyó varias partidas para aliviar las finanzas de la Generalitat. De un lado, el Consell contaba con el incremento de 450 millones en inversiones del Estado, lo que habría supuesto cerca de un 10 % más respecto al año anterior.
Además, en concepto de ingresos, el Consell prevía que el Ejecutivo incrementara en 50 millones su aportación a la dependencia y otros 281 millones por la revisión del IVA. Contaba también con los 373 millones pactados con el ministerio para hacer frente a la deuda de la Marina y contempló recibir los 344 millones que el Estado debe desde 2015 a la Generalitat por la atención sanitaria de los pacientes desplazados (FOGA). Unos 1.500 millones a los que la Conselleria de Hacienda añade otros 237 millones con los que se podría haber contado de más si el PP y Ciudadanos no hubieran impedido el incremento en el techo de déficit del 0,1 al 0,3 %.
«Apretarse el cinturón»
Con todo, el departamento de Vicent Soler cuadró las cuentas con el déficit al 0,1 %. La previsión, sin duda, era optimista, pero con el fantasma de unas nuevas elecciones generales y, en todo caso, un presupuesto del Estado metido en el cajón, la idea de aumentar los ingresos se desmorona. Ya el conseller de Hacienda, Vicent Soler, advirtió en una entrevista a Levante-EMV, de que el Consell afronta un final de ejercicio «duro». «Voy a pedir a los consellers que se aprieten el cinturón», aseguró Soler.
Por otro lado, Hacienda subraya que el veto de la derecha al Gobierno de Sánchez es el responsable de que no se aprueben unos presupuestos que benefician a la Comunitat Valenciana.
