¿Qué supone para usted asumir el cargo después de toda una vida dedicada al CEU-UCH?
Estoy desde 1971 y ahora con mucha alegría y tranquilidad, porque asumo una institución con mucha historia, y con un equipo muy compacto, la mayoría «hijos de la casa». He acompañado al equipo de Rosa Visiedo durante estos años y ha sido brillante; el cambio ha sido espectacular, en un ambiente complejo por la competencia y el afloramiento de otras universidades. Pero lo han hecho muy bien y estoy muy contento de la «herencia».
¿Cuáles son los principales retos para los próximos cuatro años?
Hay que seguir en la internacionalización. El 30 % de alumnado de grado -no Erasmus- es extranjero, lo que da una atmósfera muy buena y es un gran valor. Uno de los retos que me planteo junto con mi equipo, que es el que había y he ratificado, es entrar en Latinoamérica, un mercado humano muy próximo... ahí hay que hacer un esfuerzo, porque contar con un grado de universidad europea abre unos horizontes profesionales y vitales inmensos. Otro reto es que hay que aumentar la investigación, que la hacemos con recursos propios. Sobre todo la aplicada, para que tenga un traslado en la vida social y empresarial. Y el tercer reto es la calidad y las buenas instalaciones: el hospital veterinario es referente y estamos haciendo obras en Alfara para que el alumno se sienta bien y tenga un espacio de esparcimiento y socialización. La inauguración del curso se hará en el nuevo paraninfo si no pasa nada, y el edificio de Rectorado estará en diciembre. Ya hemos inaugurado la zona de equipamiento deportivo y también queremos contar con un colegio mayor o residencia universitaria, en Alfara o en València.
¿Cómo ha sido la evolución del CEU-UCH y cuál cree que es su papel en la sociedad?
Creo en la iniciativa social. El CEU-UCH creó el primer COU, que fue mixto. Montamos también la primera oferta de Farmacia en la Comunitat Valenciana, de Periodismo, Publicidad, Audiovisuales, Veterinaria... también fuimos los primeros que abrimos un campus en Elx y en Castelló... Hemos sido innovadores respondiendo a las demandas de la sociedad, y pioneros en docencia, y así seguiremos.
A partir de septiembre se implanta un grado dirigido a los mandos policiales. ¿Qué otros estudios debería sumar el CEU- UCH a su oferta?
Hay que ampliar la oferta de títulos propios. Queremos tener Psicología e insistiremos. Se trata de ver qué problemas y déficits hay y responder. Son 40 años de lucha y tenemos mucha ilusión.
El curso que ha finalizado se han celebrado 40 años de los estudios de Derecho. ¿Qué balance hace de su área?
Funciona muy bien y para 2019-20 hemos aumentado la matrícula. Derecho está muy vinculado a la casa, porque en 1933, cuando nace el CEU en la Segunda República, ya se implanta. Trabajaremos para hacer los próximos años una titulación de Derecho muy especializada, inexistentes y que aporte un valor añadido... y tenemos hueco.
En septiembre, el gran canciller Alfonso Bullón abogó en València por potenciar la esencia cristiana de la institución. ¿Cree que se ha diluido el espíritu fundacional? ¿Cómo puede seguir presente hoy en día?
El CEU-UCH no tendría sentido si no fuera fiel a sus orígenes y es un centro de inspiración cristiana, entendida como un ámbito de acogida y respeto. Damos una gran oferta en formación pero somos una institución de inspiración cristiana, lo que se ve en los programas de cooperación internacional, por ejemplo. No imponemos nada porque no somos un centro de adoctrinamiento ni catequesis, pero tenemos trasladamos las ideas de implicación social, solidaridad... de nuestro ideario, con respeto a la identidad ideológica del alumno.
¿Qué espera de la relación con el Consell y de la nueva Conselleria de Universidades?
Siempre hemos tenido muy buena relación con las autoridades. En València, el gran desarrollo del CEU-UCH se produce con Joan Lerma, en perfecta sintonía, y en Madrid, la ley la firmó Alfredo Pérez Rubalcaba. Habrá discrepancias y momentos de tensión, pero eso son anécdotas; siempre estaremos con el poder legítimamente constituido y, si necesitan algo, que cuenten con nosotros.
