La Conselleria de Medio Ambiente se plantea de forma seria el dragado del lago de l'Albufera, cuyos fondos acumulan toneladas de sedimentos tóxicos tras décadas de vertidos urbanos, agrícolas e industriales. Tanto es así que en la anterior legislatura, con Elena Cebrián como consellera, ya se encargó a la Universitat Politècnica de València un primer estudio para evaluar el nivel actual de los fangos, así como el patrón de acumulación que se sigue y tener una primera base para diseñar las estrategias futuras.
La Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental sopesa la necesidad de una intervención que siempre ha suscitado controversia por la contaminación que generaría remover los metales pesados, enterrados durante décadas en el humedal. Hoy en día, sin embargo, se ha desarrollado tecnología que permite este tipo de actuaciones de forma selectiva y sin daño medioambiental.
Los datos preliminares batimétricos obtenidos hablan de que la profundidad media de la lámina de agua en el trayecto donde se han realizado las investigaciones es de aproximadamente un metro sobre el nivel del mar, aunque se advierte de que en zonas concretas próximas al barranco del Poyo el nivel sedimentario es de mucha menor profundidad. Situación que confirma que se trata de uno de los cauces que más sedimentos aporta al humedal, y que refuerza a los responsables autonómicos en la conveniencia de tomar medidas para disminuir los aportes de sedimentos, tanto por el barranco del Poyo como por el resto de los canales que afluyen al lago para intentar frenar su tasa de colmatación y por tanto su desaparición total.
Los trabajos realizados ahora en la laguna por parte del departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la UPV han incluido un ensayo con multisensor para realizar una cartografía batimétrica del lago. Eso sí, desde la Conselleria de Medio Ambiente se incide en que el objetivo del estudio es más para definir una metodología para realizar la batimetría que la realización de esta última, lo que exigiría más medios materiales. La técnica de georradar empleada se ha constatado que es óptima, según las primeras conclusiones, que además apuntan a que la utilización de la antena de 200 MHz de frecuencia es suficiente y permite definir con mayor claridad la lámina de agua. Aunque se especifica que la distancia entre transectos, de cara al futuro, debería ser al menos de 50 cm.
Última medición en 2003
La última medición completa la llevó a cabo la Confederación Hidrográfica del Júcar, en el marco del Estudio de Desarrollo Sostenible de l'Albufera y data de 2003. Desde entonces no se tenían datos actualizados porque los diferentes estudios habían utilizado diferentes metodologías y por tanto su comparabilidad era relativa.
El dragado de l'Albufera, un tema recurrente en las últimas décadas, ha vuelto a primera línea con la investigación abierta por la Fiscalía Provincial por el alarmante descenso del nivel del lago durante el mes de junio. En la guerra cruzada de declaraciones, las partes implicadas han incidido en la necesidad de limpiar los fondos de laguna, un enclave en el que confluyen en precario equilibrio la defensa de la rica biodiversidad del humedal, y los intereses económicos de arroceros, pescadores y barqueros. En cualquier caso, para la consecución de las tareas de limpieza sería necesaria la aportación de fondos europeos por la envergadura del proyecto.
