Los niveles de agua del lago de l'Albufera incumplieron los mínimos establecidos por la Conselleria de Medio Ambiente durante 48 días en apenas dos meses. Entre el 1 de mayo y 5 dejulio solo se superaron los diez centímetros a los que obliga la norma autonómica a lo largo de dieciocho días, en la franja entre el 8 de mayo y el 25 del mismo mes. Así figura en una nueva denuncia enviada a la Fiscalía Provincial de Valencia y a la que ha tenido acceso Levante-EMV. Según la misma, y con los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, en un 73 % de los días entre mayo y junio el nivel de la laguna osciló entre 4 centímetros y 7 centímetros. Y bajó hasta 3,2 centímetros el 30 de mayo. Solo a raíz de hacerse pública la infracción el 1 de julio, se restablecieron los valores marcados por Medio Ambiente para normalizarse el 6 de julio hasta hoy.
El nivel idóneo mensual del lago, según la orden de Medio Ambiente, fijaba la cota mínima en diez centímetros en la escala de lectura instalada en las compuertas de la gola de El Pujol durante la época de cultivo del arroz - 1 de mayo-31 octubre - y de 25 cm durante la inundación invernal -1 de noviembre-15 de enero-. La Junta de Desagüe aseguró que los descensos se habían circunscrito a «algún día determinado» y tachaba de filtraciones « interesadas» las informaciones publicadas al respecto, además de cargar contra la acusación pública por un «celo profesional exagerado». Lo cierto es que los números ahora remitidos al fiscal demuestran todo lo contrario.
Investigación penal abierta
A la espera de que el departamento que dirige Mireia Mollà se pronuncie sobre las multas coercitivas a la Junta de Desagüe que hace una semana le reclamaba la Fiscalía, continúa abierta la investigación para determinar responsabilidades penales. En la nueva denuncia dirigida al fiscal, se señala «que la falta de entrada de agua en el enclave no fue lo que provocó la bajada del nivel, sino la apertura de las compuertas». El escrito va más allá y habla de una «acció deliberada» de la Junta de Desagüe, que tiene la potestad también sobre las bombas de extracción. Además, se señala directamente al Ayuntamiento de València por dar su «consentimiento expreso, tal como expresa el secretario de la junta respecto al concejal delegado de Devesa-Albufera».
En el documento se advierte al ministerio fiscal que como consecuencia de la apertura de las diferentes compuertas del lago durante esos 48 días, «se computan 37 hectómetros cúbicos que no han recirculado en su mayoría por el lago, de ahí la orden de desembalsar por la gola del Pujol, sino que se han abocado al mar contra todo y contra todos». «El vertido de esta cantidad viene a ser casi exactamente la capacidad de embalse del lago, multiplicada por dos», se señala en el cuerpo de la denuncia. El impacto es claro, incide la fuente denunciante, «visto que las dotaciones de agua de la Confederación Hidrográfica del Júcar ya están asignadas en 120 hm3, cuando se necesitarían 250 hm3 por año», se aclara. En el escrito se apunta a que «como viene siendo ya habitual, no se garantizará por la CHJ el embalse del arrozal durante la época de la perellonà, en noviembre, momento del año que corresponde con la invernada de aves y que además, es hipersensible en términos de estrés ambiental».
