Doscientos veintiún días. Es el castigo en forma de días de espera que tienen que pagar aquellos pacientes que son llamados para operarse en una clínica privada del plan de choque y lo rechazan, optando por ser intervenidos en un hospital público. Estos enfermos constituyen lo que se conoce como lista de espera no estructural, formada en su inmensa mayoría por quienes no quieren ser intervenidos en la privada, pero también por quienes aplazan la operación en la pública por motivos personales o se niegan a ser derivados a otro hospital público. En caso de rechazar una operación, el paciente vuelve a la casilla de salida de la lista de espera.
En la C. Valenciana, según los datos de la Conselleria de Sanidad, son 9.725 pacientes que esperan una media de 221 días frente a los 83 de la estructural, es decir, de aquellas personas que son operadas en hospitales públicos. En los últimos años poco se ha hecho para frenar el imparable avance de las listas de espera.
El portavoz del Partido Popular en las Cortes, José Juan Zaplana, ha advertido que «además del incremento de derivaciones a la privada para tapar las miserias en la gestión de la conselleria, estamos observando, según información facilitada por los profesionales, que la conselleria está retrasando la incorporación en las listas de espera quirúrgicas colapsando la derivación para la realización de pruebas diagnósticas y la falta de sustitución de especialistas, e incrementando la espera para la elaboración del diagnóstico definitivo necesario para la incorporación a la lista de espera quirúrgica». Neurocirugía, Cirugía Pediátrica y Cirugía Torácica son actualmente las especialidades que más demora acumulan en los hospitales públicos.
Oscurantismo
Por otro lado, existe un oscurantismo sobre los datos relativos a las demoras. La Conselleria de Sanidad sólo proporciona cuatro veces al año los datos medios, sin especificar más, y muy pocos hospitales son los que comparten esta información. Sanidad ha puesto en marcha, eso sí, un sistema directo de información para saber en qué situación se encuentra cada paciente en la lista de espera.
