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Àngela Ballester | Capacidad adaptativa para sobrevivir en el agitado mundo morado

La coordinadora de la vicepresidencia es uno de los perfiles políticos que mejor se ha movido en la formación - Dalmau la rescata tras enfrentarse a Iglesias en Madrid

Àngela Ballester | Capacidad adaptativa para sobrevivir en el agitado mundo morado

Una de las primeras caras valencianas que acompañaron el nacimiento de Podemos en 2015 y aún sigue en primera línea (prácticamente solo queda ella) es Àngela Ballester. Diputada en Madrid en las dos legislaturas del sorpasso imposible de Iglesias al PSOE, Ballester aterriza ahora en el Consell para coordinar políticamente la vicepresidencia segunda y la Conselleria de Vivienda, donde Podemos tiene su parcela de poder en su debut en el Consell.

Ballester ha demostrado una capacidad adaptativa como nadie en el agitado mundo morado Hace unos meses se atrevió a liderar una candidatura en unas primarias contra los afines a Pablo Iglesias quien, en 2017 y tras la fractura de Vistalegre II, la había apartado físicamente en el Congreso (pasó al gallinero) e incluso de una de las comisiones del Congreso aprovechando su baja por maternidad.

Desalojada como tantos otros del núcleo duro de Iglesias, ahora se refugia en el epicentro del poder podemista en el Consell (Vivienda), junto al vicepresidente Martínez Dalmau en el Palau de Pineda.

Admite que las competencias de su nuevo cargo aún están por definir. «Por inventar», dice ella. Pero su perfil más político que técnico evidencia que Podemos va a intentar hacerse fuerte en el departamento para dejar su impronta política en la Generalitat.

«Ni tan solo es una conselleria de las de antes, es media conselleria, pero tenemos claro que venimos a hacer las políticas posibles y si aumentamos el parque de vivienda pública y eso hace que baje la burbuja del alquiler y que la gente no se tenga que ir de València por ejemplo por no poder pagar, creo que eso ya será valioso», explica. De sus primeras semanas en el Consell lo que más ha notado es la falta personal y de estructura que tiene el ejecutivo para avanzar en relación con la vivienda.

Capitalizar la política verde

Pero la clave que explica su nombramiento está en la coordinación de la política verde, una parcela que finalmente el Botànic II concedió a Podemos para desatascar el acuerdo después de que los morados no consiguieran ninguna de las competencias que reclamaban.

En esa batalla entre Podemos y Compromís por capitalizar las políticas verdes es donde Ballester, que vivió en primera persona las duras negociaciones del Botànic II, está llamada a ejercer un papel principal. «Todas las políticas del Consell tienen que ser transversales y por eso la coordinación se eleva a rango de vicepresidencia porque tenemos claro que tenemos una emergencia», recalca.

La conversación con la nueva alto cargo de la Generalitat deriva hacia Podemos. Si alguien en esta formación ha demostrado la capacidad para sobrevivir en un entorno tan convulso como el morado, esa es Ballester. «Esta organización esta muy viva y si he conseguido sobrevivir en ella como dices es porque en política te tienes que adaptar, pero sin renunciar a tus principios ni a tus ideas; yo siempre he tenido mi propia opinión y eso a veces también pasa factura, pero entiendo que tampoco debemos dar un paso al lado por el hecho de que la organización no haga las cosas exactamente como tu piensas, tienes que saber que tus ideas no pueden aplicarse siempre al cien por cien y eso ha pasado mucho en Podemos porque es gente que venía de fuera de la política cuando en otros partidos los cargos duran años y años», reflexiona la exdiputada.

«Podemos ha cambiado mucho en estos cinco años, hemos vivido siempre al borde del precipicio, con gran intensidad, siempre ha sido todo 'ahora o nunca' y eso ha generado mucha ansiedad; pienso que muchas cosas se pudieron hacer de otra forma, pero creo que sigue siendo una herramienta válida y que en la C. Valenciana vivimos ahora un momento bueno».

Le aterra pensar en un nuevo escenario electoral a la vuelta de septiembre. Pide un Gobierno en Madrid a semejanza del Botànic y cree que Sánchez nunca quiso el pacto con Podemos en la investidura.

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