Los duros ataques del fin de semana de Compromís al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la reacción de los socialistas contra la cúpula de la coalición se quedan de momento en la categoría de escalada verbal. Pero ahí siguen. Tras la tormenta salió el sol y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; la vicepresidenta, Mónica Oltra, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, coincidieron ayer en el acto del inicio de curso en el colegio 103 de València.

El discurso que el Botànic quería hacer llegar ayer era el de la reversión de los barracones escolares con el colegio de València como emblema. No cabían guerras internas. Pero las palabras de Marzà en la que llamó desleal a Sánchez en una entrevista en Levante-EMV en la que añadió que a los valencianos les va peor ahora que con el PP y la de Oltra señalando en otra entrevista (en e digital valenciaplaza) que si Pedro Sánchez no consigue ahora la investidura no debería volver a presentarse, han molestado mucho a los socialistas.

Preguntado ayer el presidente por las palabras de Marzà y Oltra, Puig respondió que forman parte del ámbito partidista y que cada uno puede tener su opinión, aunque el jefe del Consell añadió que él no iba a participar en lo que denominó «escalada verbal». «Cada uno es responsable de sus palabras», sostuvo Puig antes de participar en un encuentro con los integrantes del grupo socialista en las Corts.

En ese encuentro con diputados, según las fuentes, Puig habló de la importancia de la responsabilidad en política y que ante la posibilidad de una repetición de las elecciones generales, la situación puede complicarse debido a la tendencia a subrayar las diferencias. Pero también llamó a no abonar la confrontación y el frentismo. Y aseguró que, como primer partido del Consell, el PSPV asumirá la responsabilidad, que no está reñida con la reivindicación. «Sin responsabilidad la reivindicación es solo demagogia», señaló. No citó explícitamente al socio Compromís, pero el destinatario parece evidente tras el contexto reciente de ataques y algarada verbal.

No obtsante, Compromís no se rebajó ayer el tono. El conseller Marzà insistió en una entrevista en À Punt en que el Gobierno de Sánchez está jugando con los derechos de los valencianos al retener el dinero que le corresponde a la Generalitat por lo que considera tacticismo electoral.

Del mismo modo, Oltra reiteró que si el presidente Sánchez no es capaz de sacar adelante la investidura «no debería volverse a presentarse». La vicepresidenta añadió que la ciudadanía ya votó el 28 de abril y dijo muy claramente qué quería, y si Sánchez «no es capaz de sacar adelante una investidura donde la voluntad política y la mayoría parlamentaria da los números, no debería de volverse a presentar», remató.

«Las elecciones serían una burla»

En esta línea, incidió en que no puede ser que se vuelvan a convocar elecciones porque es una burla a la ciudadanía cuando existe una voluntad política de sacar adelante la investidura. No puede ser simplemente que todo esté aparcado porque alguien se quiera obstinar en repetir las elecciones. Este mensaje a la ciudadanía es «poco menos que una extorsión, en la que se traslada la idea de que se ha equivocado al votar».

Fuentes de Compromís aseguran que la coalición va a mantener la reivindicación de un trato justo frente a Madrid y que está a la espera de la anunciada reunión de Puig con la ministra de Hacienda, que finalmente se ha pospuesto.

Mientras, la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volvió a situar en el horizonte de final de año el pago de los fondos bloqueados a las autonomías, las entregas a cuenta y la mensualidad del IVA (730 millones en el caso valenciano.

Montero dijo que es inviable hacerlo ahora por estar el Ejecutivo en funciones, pero recalcó que insistirá en encontrar una fórmula que libere estos fondos antes de fin de año. No obstante, negó que se esté planteando a las autonomías una serie de recortes.

Ajustes también en Andalucia

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, aseguró ayer que reducirá gasto «superfluo» para mejorar la gestión, con lo que de forma implícita admitió ajustes en el presupuesto como va a hacer el Consell del Botànic.

Moreno acusó al Ministerio de Hacienda de empujar a las comunidades al déficit, algo «inaudito». En un desayuno informativo de Nueva Economía Forum, Moreno aseveró que Andalucía va a revisar al alza el crecimiento de este año, que se situará por encima del 2 por ciento pero no precisó la cifra. «Nuestros principales clientes están constipados, Italia, Francia y Alemania, y el Reino Unido está con neumonía, y eso se nota. Pero hay un corriente positiva como región refugio». Al tiempo que anunció ajustes, habló de rebajar impuestos, en la línea de Madrid.

Interpelación en el Senado

Mientras, los ministros del Gobierno en funciones acuden hoy por la tarde al Senado para explicar diversos aspectos de su gestión ante las 19 preguntas y tres interpelaciones que formularán los senadores en la primera sesión de control de la legislatura y la primera en la que comparece un Gobierno en funciones.

Una de las intervenciones que se van a producir será la del senador de Compromís Carles Mulet que pedirá a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, una aclaración sobre la fórmula prevista por el Gobierno para transferir a las autonomías el dinero que les debe antes del 15 de diciembre, una línea que tiene previsto insistir también ERC que busca recabar de Montero una explicación sobre los motivos por los que el Gobierno retiene ilegalmente las entregas a cuenta.