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Funciones

Dalmau se arroga frente a la consellera Mollà el mando de las políticas verdes

El vicepresidente suma a la coordinación interna la interlocución con la sociedad civil, Administraciones y comunidad internacional

Vicent Soler, la consellera Mollà y el vicepresidente Dalmau. fernando bustamante

El vicepresidente segundo y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, no sólo ejercerá de coordinador de las políticas verdes de puertas para dentro. El máximo representante de Unides Podem en la Generalitat aspira también a ejercer ese papel de gobernanza de cara al exterior y así lo ha reflejado en el Reglamento Orgánico y Funcional de su departamento (ROF) aún pendiente de aprobación.

El decreto, al que ha tenido acceso Levante-EMV, será junto con el que regula la estructura y las competencias del nuevo departamento de Ciencia y Universidades, de los primeros en ver la luz ya que su aprobación está prevista para el pleno del Consell del próximo viernes.

En el documento, Dalmau se arroga las funciones de coordinación de las políticas públicas de la Generalitat Valenciana vinculadas con la transición ecológica, la sostenibilidad ambiental y la respuesta a la emergencia ecológica y climática, pero también la interlocución con la sociedad civil «impulsora de las políticas verdes».

Además, si el reglamento es aprobado, el vicepresidente podemista tendrá entre sus funciones «mantener un diálogo permanente con otras Administraciones y entidades, locales, nacionales e internacionales, para la coordinación de políticas públicas tendentes a la transición ecológica y la lucha contra el cambio climático». Es decir, asume el mando de las políticas verdes en detrimento de la consellera del ramo, Mireia Mollà.

De hecho, la sucesión de funciones atribuidas a la Vicepresidencia y recogidas en el ROF invaden al menos formalmente las que por decreto de Presidencia tiene atribuidas la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.

Estructura básica

Este decreto inicial asignó al departamento de Mollà las atribuciones en materia de medioambiente y cambio climático, mientras que las asignadas a la Vicepresidencia se limitaban a vivienda, regeneración urbana y sostenibilidad energética habitacional.

El decreto de Presidencia solo definía la estructura básica y correspondía a las diferentes conselleries bajar al detalle con sus reglamentos orgánicos. La amenaza de conflicto a cuenta de las competencias ya surgió durante las negociaciones para conformar el Botànic II.

En el caso de Vivienda y Medio Ambiente, Unides Podem consiguió finalmente colgar de la Vicepresidencia segunda la etiqueta de verde gracias a la comisión delegada del Consell de Transición Ecológica y Sostenibilidad Ambiental, un órgano interdepartamental que servía de herramienta para coordinar la política verde y que presidiría Martínez Dalmau.

El vicepresidente ya ha empezado a ejercer esas competencias. De hecho, reunió hace un par de semanas la comisión, a la que acudieron varios consellers, entre ellos la titular de Agricultura. Una reunión en la que Dalmau conminó a sus homólogos a presentar proyectos en clave medioambiental.

Ahora bien, el Reglamento Orgánico y Funcional no sólo recoge esas funciones de coordinación vía comisión, sino que, al menos, en teoría, convierte a Dalmau en el responsable de todas las políticas medioambientales, un terreno que depende directamente de Mollà.

Evitar disputas

Precisamente para evitar este tipo de disputas, el Consell acordó internamente que todos los reglamentos orgánicos se aprobaran de una tacada. Esta era la tesis de la Vicepresidencia que dirige Mónica Oltra. Sin embargo, en principio, la ordenanza de Dalmau será aprobada el próximo viernes.

El diseño de los reglamentos se ha retrasado ya que detrás de la guerra competencial, es decir, qué funciones realiza cada departamento, está la pelea por la adscripción de unidades administrativas y los correspondientes puestos de trabajo. En una Administración que anda escasa de plantilla, perder efectivos es un drama y todas las conselleries se resisten a ceder personal a los departamentos de nueva creación o reforzados.

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