La tasa de escolarización de niñas y niños de 0 a 2 años ha llegado a duplicarse en la última década en la Comunitat Valenciana y llegar hasta el 33,9 % en el pasado curso 2017-2018, con un crecimiento de 19,5 puntos desde 2007-2008, donde el porcentaje estaba en el 14,4. Pero pese a ese notable incremento, la Comunitat se halla por debajo de la media española (38,2 %) y se sitúa en la novena posición en cuanto a tasa de matriculación en este primer ciclo de infantil no obligatorio. La diferencia con Euskadi, la comunidad con la tasa más alta, es «bastante grande» con casi veinte puntos de diferencia.

Son los datos valencianos aportados ayer por Save the Children, la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo, en su último informe «Donde todo empieza. Educación infantil de 0 a 3 años para igualar oportunidades», que constata que todavía hay un 66,1 por ciento de niños y niñas de cero a tres años sin escolarizar, casi siete de cada diez.

Así, según datos del Ministerio de Educación, en el curso pasado solo se matricularon 43.875 pequeños hasta tres años, frente a los 85.550 que estaban sin escolarizar, el doble que los que sí lo estaban. Las previsiones de la conselleria recogidas por la ONG eran que en el presente curso se incrementaría un 3 % este alumnado en esta primera etapa educativa, clave para el desarrollo futuro, por lo que es «fundamental que todos los niños y niñas tengan acceso a la misma en igualdad de oportunidades».

La organización considera que acabar con la gran brecha social y territorial en el acceso a este ciclo es «crucial para prevenir el fracaso escolar, así como para reducir desigualdades». El director de Save the Children en la Comunitat, Rodrigo Hernández, apuntó ayer que «a la educación infantil de primer ciclo acceden mayoritariamente las clases medias y altas, quedando fuera las más desfavorecidas, por falta de mecanismos compensatorios. Es obligación de las diferentes administraciones reparar este ascensor social que empieza en la escuela infantil, lo que puede evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza y reducir la desigualdad social».

Para acabar con esa desigualdad de acceso, desde Save the Children proponen que en la futura Ley Integral Valenciana de Educación se «reconozca el derecho de todos los niños y las niñas a acceder al primer ciclo de educación infantil y garantice que aquellos más vulnerables puedan contar con plazas gratuitas». Para garantizarlo, se reclama que se creen plazas asequibles mediante medidas de tarificación social, con un precio mínimo suficientemente bajo y comedor para familias de bajos recursos, y criterios de acceso que prioricen renta y vulnerabilidad.

Una de las razones de la desigualdad de acceso es la falta de oferta pública de educación infantil, como ya advirtió el Síndic de Greuges en un informe en 2017. Según los últimos datos del ministerio, el porcentaje de niños de cero a dos años que acudió a «escoletes» públicas valencianas fue del 12,8 %, casi 6 puntos por debajo de la media española. La brecha se incrementa con los pequeños extranjeros, con muchas más dificultades para pagar una plaza privada.