La futura reforma de l'Estatut d'Autonomia recogida en el pacto del Botànic II prevé el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos. Una línea que defiende el vicepresidente segundo y experto en derecho constitucional Rubén Martínez Dalmau. «Cuando se haya de abordar el nuevo modelo estatutario, habrá un debate y se incorporará», recalca el responsable de la conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática. «Ese avance es uno de los pilares de la transición ecológica y de la búsqueda de una relación armónica entre el ser humano y la naturaleza, algo que implica necesariamente un cambio de paradigma en el pensamiento jurídico», señala.

«Cada vez son más los ordenamientos jurídicos que reconocen la titularidad de los derechos de la naturaleza, o a determinados componentes particulares suyos, como ríos, montañas o parajes. Eso ayuda a su protección a través de las garantías que el derecho coloca a su disposición, por lo que es siempre positivo a la hora de decidir medidas para la lucha contra las amenazas al medio ambiente», argumenta.

La reflexión del vicepresidente, experto de Naciones Unidas en el tema, es uno de los capítulos del libro La naturaleza como sujeto de derecho en el constitucionalismo democrático, con casi seiscientas páginas sobre los fundamentos y avances jurídicos en derechos de la naturaleza coeditado junto con Lili Estupiñán, Claudio Storini y Fernando Dantas. Martínez Dalmau recorre las constituciones de última generación latinoamericanas, como Ecuador, donde aparecen las condiciones para reconocer y garantizar normativamente esos derechos. Algo que también ha ocurrido en países como Nueva Zelanda o Australia, o en ciudades como New Hampshire, Washington o Pittsburg. El Jardí Botànic acogió ayer un debate sobre los avances en esta materia, con reconocidos expertos además de Martínez Dalmau.