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El refugio judicial de los niños

Más de 300 menores víctimas de delitos sexuales o malos tratos han sido explorados en València

El refugio judicial de los niños

Gracias a este ambiente ameno y distendido, sin la presión de una sala de vistas ni las miradas de extraños pendientes de aquello que la mente de un niño prefiere no recordar, se consigue hacer aflorar declaraciones que de otra forma sería prácticamente imposible obtener. Además, mediante un sistema de grabación donde queda registrado vídeo y audio se puede garantizar una prueba preconstituida válida en el posterior juicio, la cual resultará de vital importancia para una supuesta condena del agresor sexual. Así funciona la llamada cámara Gesell del Instituto de Medicina Legal de València, por la que en los dos últimos años ya han pasado más de 300 menores víctimas de delitos sexuales -la gran mayoría- o malos tratos.

Así es la cámara Gesell, el refugio judicial de los niños

Así es la cámara Gesell, el refugio judicial de los niños

El objetivo de esta herramienta de la Justicia, en funcionamiento en València desde el 2014, es doble, según explica Adriana Rey Anastasi, jefa de la Unidad de Psicología Forense del Instituto de Medicina Legal València, por un lado proteger a víctimas especialmente vulnerables y evitar someterlas a una doble victimización con su presencia el día del juicio, y por el otro preservar el testimonio de la víctima para que éste no se distorsione con el paso del tiempo.

Para ello es necesario que la prueba preconstituida se haya realizado con plenas garantías jurídicas, es decir que en la grabación se escuche perfectamente al menor y se observen también sus gestos. Además deben de estar presentes todas las partes para respetar el principio de contradicción. El pasado mes de junio la Audiencia Provincial de València invalidó el testimonio mediante cámara Gesell de una niña violada presuntamente por su abuelo al estar mal realizada la grabación, en la que únicamente se veía una sala vacía de los juzgados de Sagunt y al fondo una pequeña pantalla con la videoconferencia de la habitación donde estaba la menor acompañada de la psicóloga.

135 casos hasta octubre de 2019

En lo que llevamos de 2019 la cámara Gesell ha sido utilizada en 135 casos, según fuentes de la Conselleria de Justicia, y eso que durante los meses de agosto y septiembre ha estado paralizada con motivo de las obras realizadas en el Instituto de Medicina Legal de València. El pasado año 2018 un total de 180 víctimas pasaron por ella. Asimismo, desde el mes de abril la Ciudad de la Justicia de València cuenta con una cámara Gesell moderna y perfectamente acondicionada.

El aumento de solicitudes el pasado año hizo necesaria la creación de esta segunda cámara Gesell, que ya cuenta con dos habitáculos separados por un panel de cristal de visión unidireccional, con un sistema de grabación de audio y vídeo. Uno de los lados está acondicionado con un sofá, una mesa y dos sillas, y una pequeña estantería con juguetes y pinturas para colorear. En las paredes, un mapamundi infantil y un árbol con animalitos, para hacerlo más acogedor a los menores. En el otro, está la sala donde se controla la grabación y las partes del proceso (juez, fiscal y letrados) están presentes para poder preguntar cualquier duda respecto de las declaraciones del menor a través de la psicóloga del Instituto de Medicina Legal de València que actúa como mediadora.

La antigua sala donde se realizaban este tipo de pruebas, que era un cuarto sencillo del Instituto de Medicina Legal de València, similar al de cualquier consulta pero que contaba con algunos juguetes y un biombo con motivos infantiles, se va a seguir utilizando también para la realización de videoconferencias con otros juzgados. Es decir, en este caso las partes del proceso no están físicamente en un sala adjunta pero pueden observar los gestos y declaraciones de la víctima por sistema de videoconferencia mientras la psicóloga forense le pregunta.

El Estatuto de la Víctima de València, elaborado por la Fiscalía Provincial de València, el Decanato de los Juzgados de València y el Instituto de Medicina Legal de València, establece la necesidad del uso de la cámara Gesell. «Es sumamente importante la protección de la víctima mediante la utilización de medios que eviten la confrontación visual con el presunto autor del delito y que faciliten la obtención de prueba anticipada para eludir la victimización secundaria, sobre todo cuando se trata de exploración de menores o discapacitados que requerirá, en este último supuesto, el empleo de un sistema grabación y asistencia de psicólogos (cámara Gesell) y en especial, evitando la reiteración de declaraciones». De hecho, remarca que «un buen porcentaje de la victimización secundaria y daño emocional a la víctima se produce precisamente debido a sus comparecencias reiteradas ante las dependencias policiales, fiscalía o los órganos judiciales».

Arma de doble filo

Tanto Adriana Rey como Inmaculada Pedroche, las dos psicólogas encargadas de realizar en València todas las pruebas mediante el sistema de cámara Gesell, coinciden en señalar que el mayor problema con el que se encuentran en los casos de delitos sexuales es que «toda la responsabilidad probatoria recae en la víctima, aunque se trate de menores muy pequeños que apenas son conscientes de lo ocurrido, dejando al margen la valoración pericial del propio acusado».

De igual modo, un mal uso de esta prueba realizada mediante cámara Gesell puede convertirse en un arma de doble filo para las acusaciones que pretenden someter a las víctimas a segundas declaraciones -en instrucción y en la vista oral- para «tratar de pillar» posibles contradicciones en su relato, que el paso del tiempo puede haber distorsionado.

Por todo ello es recomendable realizar la prueba preconstituida tan pronto como sea posible, aunque para ello, dado el volumen de asuntos que tratan a lo largo del año, habría que ampliar el número de personal capacitado para adentrarse en las peores pesadillas de un menor desde el refugio que supone para ellos esta sala acristalada.

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