Las ciudades de València y Castelló registraron ayer de madrugada su noche más fría a mediados del otoño desde 2007, con mínimas de 6 y 5,3 grados, respectivamente. En 2019, los observatorios de las capitales del Túria y de la Plana no habían contabilizado una velada tan fresca desde el 25 y el 17 de febrero (5,7 y 3,4ºC).

La bajada de temperaturas se notó especialmente en la localidad valenciana de Ademuz, con la mínima más baja de la Comunitat Valenciana: -3,6 grados, hasta cinco por debajo de las temperaturas habituales a mediados de noviembre, según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). También han bajado de cero grados Utiel, con -2,1ºC; Fontanars dels Alforins, -1ºC; Vilafranca, -0,9ºC; Fredes, -0,8ºC; Jalance y Castellfort, ambas con -0,5ºC, y Llíria, -0,4ºC.

Esta situación se debe a que el otoño empezó con calor y el frío ha llegado muy pronto. Los primeros días de noviembre hubo mínimas tropicales, superiores a 20 grados y hasta diez grados más altas que el promedio. En el litoral de la Comunitat Valenciana, las mínimas rondaron los seis grados, con 6,3ºC en Alicante capital y 6ºC en la ciudad de València, mientras en Castelló de la Plana el mercurio bajó hasta 5,3ºC.

Durante estos días se ha combinado la entrada de masas de aire frío del norte y noroeste. En los próximos días, el flujo predominante será de poniente, con masas de aire más cálidas en origen, lo que dará lugar a que asciendan las temperaturas progresivamente. En general, el tiempo en Valencia se prevé, en los próximos días, bastante menos complicado de lo que se espera en el resto de la Península Ibérica, que en su mayor parte se verá afectada por una «profunda borrasca atlántica» que dará lugar a «un temporal de lluvia y viento» sobre todo durante el viernes y el sábad. La lluvia llegará el probablemente a Valencia el viernes, aunque con Murcia serán la zona donde las precipitaciones se prevén menos intensas.