La lucha contra el tapón de la burocracia que obstruye el funcionamiento de la Administración autonómica es una constante a todos los niveles. En lo que va de año, el desatascante aplicado por el Gobierno del Botànic II ha permitido mejorar sustancialmente el nivel de ejecución del presupuesto de la Generalitat, que se ha incrementado un 7,5 % respecto al pasado ejercicio. Entre enero y noviembre de 2019 se han empleado 1.321 millones de euros que en el mismo periodo de tiempo de 2018, con un grado global de ejecución del 80,16 %.
La mejoría experimentada a la hora de llevar a la realidad las cuentas se traduce en un mayor volumen de inversiones reales. En los primeros once meses, se ha materializado un gasto de 288,901 millones de euros en el capítulo VI del presupuesto, una variación al alza del 16,2 % respecto a 2018.
Si la cifra de inversiones directas se suma a la correspondiente a las transferencias de capital -en forma de recursos inyectados a través de ayudas a otros niveles de gobierno o a los agentes económicos- se obtiene un montante de 1.235 millones de euros comprometidos en operaciones para generar infraestructuras, un incremento del 33,8 % respecto al año pasado.
Según los datos manejados por la Conselleria de Hacienda, en total se han ejecutado 663 millones en fondos dedicados a obras, lo que representa un incremento inversor del 23,4% respecto a noviembre de 2018.
Por otra parte, a 1 de diciembre de 2019 la Generalitat Valenciana había satisfecho un total de 17.391 millones en pagos, 1.083 millones más que el año pasado: el equivalente a una variación del 6,6 %.
Un 36 % más en gastos financieros
En cualquier caso, el mayor incremento proporcional en el nivel de ejecución presupuestaria se registra en el capítulo de gastos financieros, que se eleva en 158 millones de euros (un 36,3 %), junto con el de activos financieros, que crece un 34,9 %.
El grado de ejecución aumenta un 8,9% en el capítulo de pasivo financiero, un 7% en el de gastos de personal y un 5,2% el de transferencias corrientes.
