¿Por qué hay personas sin hogar que rechazan una plaza en un albergue? No hay una respuesta, sino muchas. Igual que no hay un perfil exclusivo de personas que viven en la calle. El problema reside en si llega el temporal, la persona sin hogar busca refugio y no hay plazas disponibles. Esa es una preocupación que las entidades sociales (en colaboración con los ayuntamientos) tratan de solucionar aportando y planificando nuevas plazas para el invierno.

«No se trata de una ampliación concreta de plazas por el temporal de ahora. Planificamos el invierno, ampliamos las plazas, reducimos las exigencias e intentamos que se acerquen al albergue porque ahí podemos intentar trabajar con ellos un proyecto de vida, una salida a la calle que de otra manera quizá ni buscarían. Pero no se puede obligar a nadie a que vaya a un albergue. Es una decisión personal», explica el coordinador de Sant Joan de Déu en València, Juan Manuel Rodilla.

Sin embargo, estar a cubierto es una opción que las personas sin hogar rechazan en ocasiones por no querer someterse a determinados horarios o exigencias, como la de no comsumir o querer estar con su mascota. «El perfil de personas sin hogar no existe, lo único que tiene en común es que no tienen hogar. No se puede dar un solo motivo de un porqué. Es un problema muy complejo», añade Rodilla.

Espacios habilitados

Ahora bien, con el objetivo de que quien busque una plaza la encuentre (o a quien se la ofrezcan, la acepte) las entidades sociales amplían sus plazas en invierno o ante temporales como la borrasca Gloria. Entre las medidas que se han puesto en marcha por el temporal destaca la iniciativa de Cruz Roja de habilitar para la noche del pasado domingo seis albergues -en València, Alicante, Novelda, Alcoy, Elda y Dénia- tras la solicitud de los respectivos ayuntamientos, con un total de 137 plazas para atender a personas sin hogar; y la de Cáritas, que inauguró un centro específico para las noches de invierno que de nomal cuenta cuenta con unas 20 plazas que se han ampliado hasta las 30.

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, por su parte, ha activado el protocolo de «la campaña contra el frío», que consiste en recoger una serie de recomendaciones entre las que se incluye, por ejemplo, que cada ayuntamiento constituya un dispositivo de recogida, atención e información que puede ser desde en un polideportivo hasta en la estación de autobuses.