La alerta por el nuevo coronavirus, nacido en un mercado de la lejana Wuhan y de origen, aún, desconocido, ha llegado a todos los rincones del planeta. Los últimos datos hablan de 6.060 infectados en 16 países y 132 fallecidos en cuestión de mes y medio. Mientras expertos de todo el mundo trabajan sobre el terreno para saber la causa, descifrar la genética del virus y buscar una vacuna en tiempo récord, los especialistas sanitarios hacen un llamamiento a la calma: la mortalidad asociada al 2019-nCoV es, hoy por hoy, del 2,18 %, menor que la de la gripe.

«Es normal la alerta pero hay que tener en cuenta que la gripe, hoy en día, provoca más muertes», recuerda la intensivista del Hospital La Fe, Paula Ramírez, miembro de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc). Para la experta hay que esperar a que la epidemia avance y arroje más datos para conocer mejor el comportamiento del nuevo coronavirus pero, por ahora, la tasa de letalidad del 2,18 % está lejos de la de la gripe.

«La tasa de infectados graves por la gripe que tienen que ser hospitalizados es del 10 %. La tasa de letalidad es más complicada de establecer porque hay muchas muertes por gripe que no se dan en un hospital, sobre todo en personas mayores o que están institucionalizadas, pero es mayor» a ese 2,18 % establecido por ahora para el coronavirus, asegura Ramírez.

Eso sí, la intensivista explica que además del riesgo de que esté circulando un nuevo coronavirus frente al que el cuerpo humano no ha desarrollado inmunidad, la alerta por el 2019-nCoV hay que basarla en el perfil de personas a las que afecta de forma más grave.

Según datos oficiales, los casos detectados en países diferentes a China tenían una «edad mediana de 45 años, con un rango entre 2 y 74 años»y afecta «severamente a personas de edad media y sanas en las que no se espera que los síntomas evolucionen tan mal. Es lo mismo que pasó con la pandemia de la gripe A H1N1», explica Ramírez. «En la gripe, salvo ese brote cuando el virus mutó, hablamos de personas de más edad y que ya tienen otras enfermedades», añade la intensivista.

Puesta en perspectiva la alerta, la especialista de La Fe insiste en que el sistema español y valenciano está «preparado» para la pandemia ya que la llegada de casos no se puede descartar. De hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido que no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) aunque la situación de alerta «puede considerarse de nivel intermedio y requiere tomar medidas de salud pública».

Con todo, Ramírez pidió adoptar medidas de prevención mínimas «tanto por el coronavirus como por la gripe, que la tenemos más cerca» como lavarse las manos, no exponerse a personas con síntomas y «quedarse en casa si se tiene un resfriado o la gripe y solo acudir al hospital si hay problemas graves».