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Medioambiente

Veintisiete municipios siguen aún sin depurar sus aguas residuales

El Síndic de Comptes pide a la Generalitat un nuevo plan director de saneamiento, más colectores que eviten los vertidos directos a los ríos o al medio natural y la mejora de las redes de alcantarillado

Veintisiete municipios siguen aún sin depurar sus aguas residuales

Veintisiete municipios de la Comunitat Valenciana continúan vertiendo sus aguas residuales a lechos fluviales, o directamente al terreno. Aunque se trata de localidades con menos de 500 vecinos y que suman en total solo unos 4.044 habitantes, la Sindicatura de Comptes advierte de que en núcleos diseminados y urbanizaciones continúa «latente un riesgo adicional no suficientemente mitigado». Una situación para la que reclama a la Generalitat «una solución definitiva». Así se desprende de la auditoría llevada a cabo sobre la gestión de la Entidad Pública de Saneamiento (Epsar) en el período de 2015 a 2017.

Entre las recomendaciones del Síndic está la dirigida a la conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica para la aprobación de un nuevo plan director de saneamiento que prevea colectores suficientes, así como impulsar la mejora y ampliación de las redes de alcantarillado. El 70 % de las poblaciones sigue sin separar pluviales de aguas negras, con la contaminación que ello supone para los espacios naturales.

El territorio valenciano tiene un grado de cumplimiento superior en tratamiento de aguas tanto respecto a la media nacional (96,9 %) como a la europea (94,7 %). Sin embargo, doce infraestructuras incumplieron los objetivos de depuración exigidos por la directiva marco, dos de ellas gestionadas por la Epsar y otras diez por entidades locales. En Ibi, Riba-roja (Oliverar), Villena, Cheste y Chiva, además, se arrojaron a zonas sensibles aguas residuales no gestionadas adecuadamente.

La Sindicatura señala que en el período analizado cuatro estaciones, Barxeta, Orba, Pinedo 2 y Massarrojos trataron un volumen superior y una carga contaminante superior a la diseñada inicialmente. De Barxeta apunta que la tecnología está «obsoleta» con reformas por valor de 2,1 millones pendientes de licitación. En cuanto a Pinedo 2 el proyecto para su mejora, con un coste de 22,09 millones, está en fase de redacción. En Massarrojos el objetivo es conectarse a la Edar del Carraixet y reconvertir la depuradora en un depósito de agua pluvial.

El informe coloca la lupa en la baja proporción del caudal sometido a tratamiento terciario, que permite dotar al agua de mayor pureza para un segundo uso. En la Comunitat Valenciana se alcanza un 21% mientras la media estatal se sitúa en el %. En ese punto también hace hincapié en que entre 2015 y 2017 solo se reutilizaron 128,2 hm3, un 29,5 % del agua tratada frente al objetivo de la UE que pretende alcanzar el 50 % para reducir escenarios de estrés hídrico.

Respecto al uso de los lodos, el destino agrícola ha sido el más importante, con un 89% frente al 81% de la media española. Como punto positivo, destaca que las inspecciones de control de vertidos industriales han rebajado en un 25% la cantidad de contaminación tratada desde 2005 una rebaja en los costes de tratamiento.

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