La falla del Ayuntamiento de València arderá a puerta cerrada en una fecha sin determinar, pero antes del día 19 de marzo. Es uno de los numerosos acuerdos llegados durante el día de ayer y en el que la emblemática figura pasó de querer ser quemada a indultada y nuevamente a ser pasto de las llamas.

Relacionadas

El argumento esgrimido es que los artistas, Manolo Martín y José Ramón Espuig, habían anunciado que es imposible desmontarla sin que sufra daños irreversibles. Ante la imposibilidad de garantizar su integridad y de reciclar sus elementos, la decisión por la que se ha optado es prenderle fuego pero, en aras a preservar las disposiciones sanitarias, se hará sin público, cortando los accesos a la plaza del Ayuntamiento de València y, por lógica, sin más elementos pirotécnicos que los del propio encendido de la misma. En todo caso, asistiría la Fallera Mayor y su Corte de Honor.

Colocan una mascarilla a la figura de la falla municipal de València

Colocan una mascarilla a la figura de la falla municipal de València

Dentro de la vorágine de toma de decisiones, queda por determinar si, de cara a las «Fallas de Julio», la plaza de todos los valencianos dispone de una falla grande, ya sea una reconstrucción de «Açó també passarà» u otra con menos pretensiones. La que sí que se plantará es la falla infantil, obra de Ceballos y Sanabria, que no tenía previsto salir a la calle antes del 14 de marzo y que permanece íntegramente en el taller de los artistas.

También para las fallas de Especial

Esta medida se aplicará también a cualquiera de las fallas y cuyo desmontaje provoque un deterioro irreversible de las mismas. En ese caso, probablemente se abra un nuevo debate con los monumentos, especialmente en lo tocante a su reconstrucción de cara al próximo mes de julio.

La falla del Ayuntamiento, que ayer vivió un episodio peculiar cuando operarios del taller le incorporaron una mascarilla antivirus -un atrezzo que estaba previsto que llevara puesto desde su llegada a la plaza pero que se decidió eliminar para no generar alarma social- no sobrevivirá, pues, a la próxima semana.

La figura principal de la falla, una mujer meditando en posición sedente, incorporó ayer una mascarilla gigante que le cubre la cara como «gesto de solidaridad con los enfermos por coronavirus y en protesta por la crisis económica que afecta a los artistas falleros, uno de los más afectados por el aplazamiento de las fallas».

Así lo explicó el artista fallero Manolo Martín, que para minimizar los daños económicos que van a sufrir los artistas falleros, se plantearon quemar los monumentos «de manera controlada» y evitando aglomeraciones, después de que el martes pasado la Generalitat Valenciana, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, decidiera suspender y aplazar las fiestas.

12

Colocan una mascarilla a la figura de la falla municipal

Martín, junto al artista José Ramón Espuig y el diseñador Escif, son los creadores del monumento Açò també passarà. «Apostamos por que las Fallas se monten de manera controlada, evitando masificaciones», indicó Manolo Martín, y sentenció: «No son las que nos gustaría, pero es una forma de minimizar los daños».

Por su parte, el diseñador Escif había pedido, por la mañana y sin éxito, «mantener la gran meditadora (la figura principal de la falla municipal) en la plaza, hasta que se reanuden las fallas. Un símbolo de paciencia, calma y esperanza tan necesario en estos días», recalcó.

Paciencia y esperanza

En esa línea, reclamó «paciencia, calma y esperanza» pues considera que pueden ser las armas útiles para hacer frente al coronavirus, «una crisis mundial muy difícil de combatir» pues no existe vacuna y las infraestructuras sanitarias se quedan pequeñas ante la velocidad de propagación. «Tenemos que conseguir decelerar el movimiento de la sociedad el tiempo suficiente para que la gente ya infectada pase la enfermedad y no la siga propagando, explicó.

«Estos son precisamente los valores que transmite la gran mujer meditando en la plaza del ayuntamiento. Esto también pasará» dijo el artista parafraseando al lema de la propia falla que ha diseñado.