Hasta diez millones de niños y niñas de toda España permanecerán en sus domicilios de forma indefinida tras la supresión de las clases en todos los niveles formativos con el objetivo de mitigar la propagación del coronavirus. Una realidad que se vivirá, según reflejan los últimos índices, a través de las segundas pantallas. Y es que, siguiendo la evolución de la crisis vírica en Italia, la plataforma de ciberseguridad Qustodio alerta sobre el incremento del consumo de contenido digital que se produjo en el país transalpino tras el anuncio de la supresión de actividad el pasado 5 de marzo.

Así, en los primeros cuatro días de aislamiento, las visitas de menores a páginas webs y el tiempo invertido en aplicaciones móviles se dispararon un 50 %, un cifra que se elevó hasta el 71 % durante esta última semana y que podría hacerse extensible a España. Aunque todavía es pronto para establecer cuál será la tendencia en el país, los expertos auguran un desarrollo similar al italiano. «Los niños y niñas pasan más tiempo en línea que cualquier otra generación, están viviendo prácticamente una vida 100 % digital», asegura Eduardo Cruz, CEO de Qustodio.

Menos control parental

El aumento del uso de segundas pantallas, como ordenadores portátiles, tabletas o móviles, responde, como señalan fuentes expertas, a la dificultad parental de ejercer un control exhaustivo sobre el producto digital consumido, así como el tiempo invertido en este, que realizan sus hijos e hijas mientras trabajan, bien desde su espacio de empleo o desde su propio domicilio. Un hecho que no pasa desapercibido ante el que la psicóloga María Guerrero, que advierte que «si se cambian las reglas ahora será extremadamente difícil volver a la situación original». En este sentido, afirma que «los menores ya están pasando por cambios confusos e importantes debido al coronavirus, por lo que la consistencia en el tiempo online no solo contribuirá a su seguridad y bienestar digital, sino que les dará una sensación de normalidad» que tilda de «muy necesaria». En este sentido, desde la organización han elaborado un listado de recomendaciones que contribuyan a mejorar la calidad del contenido al que los más pequeños tienen acceso.

De este modo, se recomienda efectuar una desconexión temprana de los dispositivos, entre los que se incluye la televisión, y de los denominados «chupetes digitales». Es decir, el uso de pantallas durante las comidas y cenas. Otra de las medidas que convendría adoptar son el establecimiento de horarios o fomentar la interactuación en el núcleo familiar.