La comisión de seguimiento de la crisis del coronavirus del Ayuntamiento de València analizó ayer los cambios en el decreto de alarma que permitirán dedicar a medidas de emergencia social parte de los remanentes de tesorería de los ayuntamientos. El de València, en concreto, activará para este fin cinco millones de euros.

En el primer pleno se aprobarán los primeros 2,5 millones para emergencia social que se destinarán a ampliar los alojamientos para personas sin techo, para los que ya se han habilitado en esta semana tres polideportivos y la residencia de deportistas de la Petxina, según anunció el alcalde Joan Ribó.

La vicealcaldesa Sandra Gómez por su parte explicó que se van a reforzar las medidas de asistencia y ayuda a las personas mayores, por parte de los servicios municipales y de varias ONG. Gómez dijo que en la ciudad han surgido ya grupos de voluntarios espontáneos que se están organizando para llevar la compra a las personas mayores.

El consistorio quiere ordenar esta ayuda a través de los servicios municipales y de las ONG «para que no haya ningún mayor desatendido». El servicio de mayores pasa así a estar calificado como esencial para «atender al sector más vulnerable de esta crisis». «Todo el persona va a estar destinado a atender a los mayores», con un censo de más de 150.000 personas y unos altos índices de mortalidad por el coronavirus.Además se van a poner nuevos recursos a disposición del colectivo. En primer lugar, para las personas en situación de vulnerabilidad, bien por estar solas o por situación de dependencia, se amplía el servicio de Menjar a Casa, que llegará a más población, en especial, a las personas mayores que se hayan podido quedar aisladas por la crisis sanitaria.

Un policía infectado

Joan Ribó, por otra parte, no precisó cuántas sanciones se han puesto estos días por incumplimiento del estado de alarma. Si comentó que ha habido un caso de coronavirus confirmado de un policía local y añadió que en este primer caso de un funcionario municipal infectado se ha actuado con rapidez, desinfectando el espacio de trabajo, aislando a los compañeros y analizando la trazabilidad del contagio.