Fue una de las advertencias más repetidas por las autoridades: no se permiten los desplazamientos, menos aún a segundas residencias. Sin embargo, dos semanas después, siguen apareciendo personas forasteras para sorpresa de todos los alcaldes y alcaldesas. La preocupación se incrementa con las vacaciones de Semana Santa: «No queremos que venga nadie, es peligroso», dice la alcaldesa de Alpuente.