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Los conflictos familiares por la reclusión lideran la demanda de ayuda psicológica

La sobrecarga de cuidadores de dependientes es la segunda causa que más asistencias genera

El psicólogo Fortunato Tapia, del servicio de prevención de adicciones, ayer en una atención telefónica. levante-emv

El confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus aumenta las tensiones en el hogar y, en la medida que se prolonga, puede acentuar algunas conductas que alteran una normal convivencia. La casuística es muy variada, pero los conflictos familiares -relaciones de pareja, en algún caso con antecedentes de violencia; relación entre padres e hijos....-, la sobrecarga en cuidadores de personas dependientes y el descubrimiento de adicciones que con anterioridad únicamente se manifestaban fuera del hogar y que se han revelado durante la reclusión, o la agresividad de personas adictas ante la necesidad de consumir en la actual coyuntura, son los principales motivos atendidos en el servicio habilitado por la Mancomunitat de la Ribera Alta para, de la mano de los equipos base de Servicios Sociales, ofrecer apoyo psicológico en situaciones de crisis personal, angustia o ansiedad, que es en lo que suelen manifestar todos estos problemas.

La restricción de la movilidad impuesta por el estado de alarma ha llevado al ente comarcal a ofrecer una asistencia telefónica de refuerzo a los Servicios Sociales municipales con los dos psicólogos de la Unidad de Prevención de Conductas Adictivas, tres del equipo de intervención en la infancia y la adolescencia y la psicóloga de la unidad de Servicios Sociales mancomunada. Seis profesionales que dan cobertura a los 26 municipios adheridos a los diferentes servicios.

El balance de los primeros cinco días de actividad computa 39 llamadas de usuarios de todas las edades, desde octogenarios a adolescentes. Los problemas de convivencia en el ámbito familiar están, de una forma u otra, detrás de la mayoría de solicitudes de ayuda. En muchos casos, el confinamiento ha contribuido a agravar problemas que ya existían mientras que también abundan los cuadros de estrés y angustia de cuidadores de personas dependientes que reclaman ayuda psicológica ante la sobrecarga de permanecer tantas horas sin poder salir de casa».

«Se realiza un acompañamiento, una escucha activa para aplacar un cuadro de ansiedad o angustia», comenta Fortunato Tapia, uno de los psicólogos que participa en este servicio, mientras relata que el profesional se adapta en cada momento a lo que el interlocutor necesita para intentar que recupere una estabilidad emocional. Otros motivos que han llevado a pedir ayuda psicológica son situaciones de angustia ante un futuro incierto, ansiedad por miedo al contagio que deriva en malestar físico, apoyo para afrontar el duelo por la pérdida de un ser querido, en uno de los casos a causa del coronavirus, pero también personas mayores que viven el confinamiento en soledad.

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