La relación de amor y odio que han mantenido Ciudadanos y los socialistas valencianos desde que la formación naranja apareció en la escena política valenciana tras las elecciones autonómicas y municipales de 2015 ha sufrido esta semana un nuevo giro en el guion.
La suya es la historia de un cortejo con altibajos en el que han convivido épocas de acercamiento con otras de alejamiento extremo. Pero el pacto alcanzado para que Ciudadanos gestione varias concejalías y sostenga al gobierno socialista de Torrent, la segunda ciudad más poblada de la provincia de València, o la puerta que la formación que lidera Inés Arrimadas ha dejado abierta para cambiar de socio en la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante, donde gobiernan junto al PP, han supuesto un acercamiento entre PSPV y Cs que no se recordaba prácticamente desde los inicios.
El primer Botànic que apartó del poder al PP llevó a la Generalitat a PSPV y Compromís con el apoyo externo de Podemos, pero los socialistas tuvieron encuentros con Cs que bien pudieron cambiar el curso de la historia.
Ciudadanos acabó en la oposición en las Corts, pero su entonces portavoz parlamentaria, Carolina Punset, y su sucesor, Alexis Marí, permitieron que el Botànic sacara adelante entre 2015 y 2017 leyes fundamentales como las que facilitaron la reapertura de los medios de comunicación públicos, la creación de la Agencia Antifraude o normas que cambiron el modelo urbanístico heredado del PP.
La relación entre Punset y los socialistas acabó siendo tan cercana que llevó a la que fue eurodiputada de Ciudadanos a ocupar el pasado verano una plaza de asesora en el Palau de la Generalitat para impulsar las políticas vinculadas con la Unión Europea, las infraestructuras estratégicas o la promoción de la imagen de la Comunitat Valenciana. Allí sigue.
Pero el giro derechista de Ciudadanos impulsado por Albert Rivera a principios de 2018 para tratar primero de superar electoralmente al PP y después contener a Vox, y sobre todo la llegada a las Corts de Toni Cantó alejaron a la formación naranja de los socialistas. Eran tiempos en los que Cantó no paraba de repetir que jamás pactaría con el PSC valenciano. Esta semana lo ha hecho en Torrent.
El tono propositivo de Cantó
Además, el tono que se le escuchó al propio Cantó en el debate sobre la gestión del covid en la diputación permanente de las Corts sonó muy distinto y resultó incluso cordial, algo que el líder de los socialistas, Ximo Puig, agradeció, lo que unido a la posibilidad de nuevos pactos en Alicante resulta todo un síntoma y aviva un cierto cambio.
También ayuda el tono propositivo hacia el Gobierno de Pedro Sánchez que Inés Arrimadas ha adoptado desde que se decretó el estado de alarma y que es muy distinto al que emplea el líder del PP, Pablo Casado, o la ultraderecha. Arrimadas estaría buscando un tono más centrado tras la debacle electoral que provocó la dimisión de Albert Rivera el pasado mes de noviembre, aunque está por ver si este giro se consolida.
Fuentes oficiales de Ciudadanos afirman que siempre que el PSPV quiera pactar con Cs políticas de centro que le alejen de sus socios Compromís y Podemos, será bienvenido. Añaden que el cambio de socios en Alicante no está sobre la mesa porque la prioridad es la lucha contra el coronavirus, pero, advierten de que en política no se puede dar nada por sentado y que en estos momentos nada se puede descartar.
Con todo, en el partido hay quien piensa que si en algún momento se tiene que revisar el pacto en Alicante todo es posible. No es que haya empeorado la relación con el PP, pero si se confirma que hay un giro al centro por parte de Cs con el nuevo liderazgo de Arrimadas, nada es descartable.
Coqueteos que sientan mal
Los coqueteos del PSPV no han sentado nada bien en Compromís porque uno de los ejes del Botànic apuntaba a que se trasladaría este acuerdo autonómico a los municipios en los que los números fueran suficientes para gobernar, algo que no ha ocurrido en Torrent.
