El confinamiento en este estado de alarma no sólo es propio de humanos, las abejas también lo hacen aunque por motivos bien distintos.
La primavera tan «inusual que estamos viviendo con más días de lluvia que de sol, frena la salida de las abejas al exterior lo que se ha dejado sentir en la producción de miel», explicaba el veterinario de la Agrupación de defensa sanitaria apícola (Apiads ), Enric Simó. Declaraciones que compartía el presidente de la sectorial de Apicultura de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Pascual del Valle. Tanto un experto como otro, cifraba la bajada de la producción en un 80 %, porcentaje que «complica» bastante la temporada para los apicultores valencianos, sostenían. «Si normalmente solíamos sacar de 20 a 30 kilos por colmena, en la actualidad, muchos apicultores no obtienen ni cinco», se advertía desde AVA.
La lluvia, las bajas temperaturas y las escasas horas de sol generan que estos insectos se queden en la colmena donde continuan su reproducción sobrepoblándola. «Las obreras no tienen espacio para trabajar, la poca miel que producen se la comen para alimentarse, lo que obliga a las reinas a generar nuevos enjambres con sus obreras fuera de la colmena». Esta fuga de abejas, afecta también a la producción, a lo que se suma las pocas salidas que realizan para recolectar el néctar. «A menos salidas , menos miel», añadía Simó.
El aumento de lo que se conoce como proceso de «enjambrazón» (nuevos enjambres) lleva de cabeza a los apicultores que atienden diariamente decenas de llamadas de particulares y de los bomberos ante la proliferación de enjambres en propiedades privadas. «En Apiads estamos recibiendo de 10 a 15 avisos al día».
Pero además de la merma de producción, principalmente de miel de Azahar, la mayoritaria en la Comunitat Valenciana, el sector también se queja de los «bajos precios» del producto en el mercado. «No cubrimos ni los gastos de producción», denunciaban ambos expertos. «El kilo de miel cuesta unos tres euros de producir y nos están pagando 2,5. Si esto continúa así, se está poniendo al límite la rentabilidad del sector. No creo que podamos aguantar muchas más temporadas así», lamentaba Simó a quien le cuesta comprender cómo a menos oferta el precio baja.
Competencia desleal
Una situación que atribuían también a la importación de mieles de terceros países, como China, con precios de mercado mucho más asequibles y con los que no puede competir la miel valenciana pese a ser de mayor calidad. Ante esta competencia que tildan de «desleal», piden a las distintas administraciones que «protejan al sector».
Desde la sectorial de Apicultura de AVA exigen un «etiquetado correcto» en las mieles importadas. «La gente tiene que saber qué porcentaje de producto contiene, composición, origen. De esta manera no se confunde al consumidor permitiéndole distinguir qué miel es la de calidad», afirmaba Del Valle.
Desde AVA consideran que esta «falta de información» ha llevado a que descienda la venta de miel valenciana, lo que afecta de forma muy negativa al sector.
