Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un motocarro como recurso para repartir comida y salvar su restaurante recién abierto

Un conocido emprendedor de Xàtiva reorienta temporalmente su negocio al tener que cerrar su local por el estado de alarma al mes de inaugurarlo

Medina, al centro, junto con sus colaboradores y el nuevo motocarro de reparto a domicilio. albert bautista

Fue un viernes 13 de euforia y excelentes perspectivas: un día antes de San Valentín y tras varias semanas para ponerlo a punto, Ricardo Medina, Richi, inauguraba en la plaza del Mercat de Xàtiva el restaurante El Cullerot. Pero llegó la pandemia, el estado de alarma, el cierre de toda la hostelería... Como uno más de los 300.000 bares, cafeterías y restaurantes de España, este nuevo local del corazón del casco antiguo echaba la persiana sin saber hasta cuando, golpeado por el desánimo y la depresión. Pero un emprendedor nato «no se puede quedar cruzado de brazos», explica Medina. Así que se compró un motocarro, lo rotuló con el anagrama y los teléfonos del nuevo establecimiento y creó un servicio a domicilio que ya se ha hecho famoso en pocos días.

«Como hemos tenido tan poco tiempo todavía para mostrar qué es lo que hacemos en el restaurante, se me ocurrió lo del motocarro», explica Medina. «Es como llevar a la gente a sus casas los platos y menús que no ha llegado a probar aún en nuestro local, para que, si les gusta, reserven mesa cuando esto vuelva a la normalidad y puedan venir», añade. Es también una manera de «no parar en seco» el éxito que el Cullerot cosechó en su corta vida de un mes. «La verdad, fue increíble. Llenamos los cuatro fines de semana; pero lleno de no poder atender a nadie más», asegura Medina. «Yo creo que fue una respuesta que se debe, primero, al cariño de la gente que me conoce y que me quiso respaldar. Pero quiero pensar que también es por el tipo de apuesta gastronómica que ofrecemos», explica por teléfono minutos después de recoger una paellera de un servicio a domicilio del día antes.

Y es que El Cullerot tiene como objetivo culinario «atender ese tipo de demanda que mucha gente te hace: los guisos, los platos de cuchara... Lentejas, potaje de garbanzos, puchero. Eso, y paralelamente, una cocina también creativa y moderna», señala. Además, el motocarro es una publicidad constante. «Vas con él por ahí y a la gente le llama la atención, se fijan en el nombre. Es también un poco de marketing», afirma.

Richi es muy conocido en Xàtiva. Siempre vinculado al deporte, gestionó el conocido gimnasio Tulay de la calle de la Reina, fue director del polideportivo municipal Les Pereres; entrenador, gestor de actividades deportivas, concejal en el ayuntamiento... Hace once años amplió esa faceta a la de hostelero: además de gestionar el polideportivo de Novetlè, lleva desde entonces su cafetería. Se trata de un espacio en el que el usuario dispone de leña y paelleros para cocinar su propia paella o una barbacoa a cambio de consumir en el bar bebida, postres, entrantes...

Compartir el artículo

stats