La Comisión Europea ha resistido la presión de las aerolíneas y de algunos Estados y obliga a las compañías aéreas a devolver el dinero de los vuelos cancelados a los clientes que no aceptan la compensación con un bono. Los comisarios de Justicia, Didier Reynders, y de Transporte, Andina Valean, enviaron ayer una carta de aviso a España para que proteja los derechos de los pasajeros. Bruselas expedientará a los países que no respeten la obligación de las compañías aéreas de abonar el dinero a los consumidores que lo pidan. El objetivo de la misiva, según advirtió Valean, es recordar a todos los Estados miembros que los pasajeros tienen derecho a exigir el reembolso en efectivo de sus billetes anulados y a rechazar los cupones de viaje. El problema, según advierten las agencias de viajes, afecta a miles de valencianos que están recibiendo un bono en vez del dinero en efectivo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) celebró ayer la decisión de la Comisión Europea.

OCU destaca que la Comisión Europea «ha remarcado la aceptación del bono como un acto voluntario de los consumidores, respetando en todo caso el derecho al reembolso», que se mantiene «al no haberse modificado la normativa europea que lo contempla».

La situación es compleja porque las aerolíneas carecen de liquidez para afrontar todos los pagos de golpe y hay clientes que necesitan recuperar ya su dinero porque están afectados por un ERTE o han perdido el empleo. El problema de fondo es el impacto de la crisis en el sector. El tráfico aéreo, según informó el martes el gestor de aeropuertos españoles Aena, ha caído un 99 % en abril y algunas aerolíneas han suspendido completamente las operaciones.

Las pérdidas potenciales de las rutas aéreas canceladas por la covid-19 se estiman en 69.000 millones de euros y los gobiernos europeos han salido al rescate de sus aerolíneas de bandera. Por ello, Bélgica, Bulgaria, Chipe, República Checa, Grecia, Francia, Irlanda, Letonia, Malta, Países Bajos y Portugal, pidieron hace dos semanas en una carta al Ejecutivo comunitario una respuesta «urgente» que permita a las compañías aéreas resolver las devoluciones mediante cupones canjeables más adelante.

Posición firme

Sin embargo, la Comisión Europea ha resistido las presiones y se ha puesto de parte de los consumidores. Bruselas investigará a quien incumpla la obligación de devolver el dinero si el cliente no acepta el cupón. La única concesión que ha hecho Europa es aconsejar que se acepten los cupones para aliviar la situación de las empresas, aunque siempre de manera voluntaria.

Uno de los riesgos de los cupones es que la compañía aérea acabe quebrando y los clientes que acepten los bonos pierdan el dinero. La Comisión ha hecho un llamamiento para que los países de la Unión Europea cumplan con la legislación comunitaria y establezcan rápidamente esquemas nacionales para garantizar que todos los «vales de viaje covid-19» estén protegidos por insolvencia. Esta protección es un requisito previo para promocionar los bonos y hacerlos una opción segura para los consumidores. En el caso de España, esta garantía -según advierte OCU- debería ser más concreta que la actual previsión de «suficiente respaldo financiero» que recoge de forma genérica la normativa y «tendría que materializarse en un aval o garantía directamente vinculado al bono emitido».

OCU defiende que para que los cupones sean más atractivos, «los organizadores y transportistas podrían considerar la posibilidad de emitir vales por un valor superior al pago realizado para el viaje combinado o servicio de transporte. Además, es necesario establecer mecanismos para evitar que los bonos que se emiten a medio y largo plazo no pierdan su valor real por el incremento del precio de los billetes».

La Comisión Europea recomienda no poner trabas al uso de los cupones y que las compañías aéreas sean lo más flexibles para que se puedan utilizar con otras empresas del grupo.

Malestar en las aerolíneas

La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha lamentado que la Comisión Europea no haya flexibilizado la política de reembolsos para «aliviar la situación de asfixia económica en la que se encuentran las compañías aéreas como consecuencia de la crisis sanitaria». «Afrontar un reembolso de esta magnitud pondrá en una situación muy difícil a muchas compañías», asegura el colectivo.