La pandemia de coronavirus impuso el cierre de los centros de salud al público por seguridad y una forma de trabajar a través del teléfono que, más de dos meses después de la puesta en marcha de las medidas de confinamiento para frenar los contagios del SARS-CoV-2 se siguen manteniendo todavía. A día de hoy la atención telefónica sigue predominando en los centros de salud valencianos para todo tipo de consultas y solo una mínima parte, alrededor de un 3 % han sido visitas presenciales en el último mes. La cifra es el resultado de un estudio que han realizado sobre el total de citas con el médico de Primaria realizadas en el área de salud básica de Oliva del 4 al 20 de mayo, pero bien podrían extrapolarse al resto de ambulatorios valencianos que siguen en estado de «contingencia» por la pandemia de covid-19 y todavía sin fecha para volver a la normalidad.
Así, según este estudio realizado en Oliva, de las 3.977 asistencias realizadas por los médicos de familia en esos 16 días, el 97,18 % en este centro de salud fueron realizadas de forma no presencial mientras que solo el 2,82 % acabaron con una visita presencial, ya fuera por las características del paciente o porque los síntomas que presentaba así lo aconsejaban.
Es la «nueva normalidad» a la que se están adaptando los centros de salud valencianos en los que ya se han incorporado el total de la plantilla de médicos, después de mes y medio en el que se impusieron turnos rotatorios para mantener a raya los contagios. «Seleccionamos solo a aquellos pacientes que sí o sí tienen que venir porque el resto de cuestiones ya sean administrativas o de seguimientos o de dudas se está haciendo de forma telefónica», explica María Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Svmfyc.
Se mantiene la forma de trabajar de los peores días de la crisis pero lo que sí ha cambiado es que ahora los pacientes ya pueden tener cita con sus médicos de cabecera, pues hasta hace unas semanas los turnos rotatorios y los retenes impuestos entre la plantilla de Primaria obligaban a compartir las agendas entre los profesionales y a que los pacientes se quedaran sin poder consultar, aunque fuera telefónicamente, con sus médicos de siempre.
Empeoramiento de los crónicos
La bajada de casos de covid-19 y la organización implementada en los centros de salud para asistir y hacer seguimiento de estos casos está permitiendo también que los profesionales puedan recuperar tareas necesarias como el seguimiento de los pacientes crónicos como personas diabéticas o hipertensas, «en los que hemos detectado un empeoramiento en el control de sus patologías a causa del confinamiento. Se han movido menos, han comido más y ha habido más ansiedad de ahí que ahora se esté haciendo también más hincapié en hacer llamadas de control para ver si el confinamiento les ha podido pasar factura».
El hasta cuándo se va a mantener esta forma de trabajar es la gran incógnita hasta ahora. Desde la Conselleria de Sanidad prometieron la semana pasada a los sindicatos un plan de desescalada para los centros de salud que estableciera, entre otras cuestiones, el cuándo y de qué forma se iba a intentar volver a la normalidad en estas cuestiones pero el plan todavía no ha sido presentado, según confirmaron ayer fuentes sindicales.
«No tenemos un plan estratégico», lamentó Medina que ha insistido en que la vuelta a la normalidad debería mantener alguna de las nuevas formas de trabajar «que han venido para quedarse», como las visitas telefónicas o el dar más protagonismo a Enfermería.
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