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Análisis

La mano tendida de Cs a PSPV agranda el cisma en la derecha

Los populares pasan del silencio respecto al giro de Ciudadanos a un ataque directo al partido de Cantó

La nueva política de mano tendida de Ciudadanos al Gobierno de Sánchez, que muestra ante la ciudadanía a un partido con cintura suficiente para pactar a derecha e izquierda y que empieza a dar cierto aire en las encuestas al partido de Inés Arrimadas tras la hecatombe del pasado noviembre está sirviendo también para agrandar el cisma del centroderecha en la Comunitat Valenciana.

Toni Cantó está siguiendo la nueva estela que marca la dirección de Arrimadas, de quien se está mostrando como alumno aventajado, y ya ha llegado a acuerdos con los socialistas en la Comunitat Valenciana. Los últimos esta semana para la creación de una comisión de estudio sobre residencias en las Corts o para dar impulso a la propuesta naranja para que los sanitarios que veraneen en la Comunitat Valenciana puedan tener descuentos.

Pero ese movimiento no gusta a los populares. Hasta ahora el partido que lidera Isabel Bonig apenas había mostrado su malestar con Ciudadanos y no había pasado de alguna invectiva en varios debates acalorado en la cámara. Pero ayer, Bonig mostró en una rueda de prensa virtual con periodistas su desencanto y lo novedoso es que pasó al ataque.

Bonig apuntó a la existencia de una estrategia de acercamiento que viene orquestada desde el Palau con el objetivo de arrinconar al PP y de hacerlo aparecer como el partido radical y crispado frente al Ciudadanos centrado. Pero está convencida de que a Ciudadanos lo están engañando y espera que Cantó reconsidere esta posición. Según Bonig, la prueba de esta estrategia es que Ciudadanos ha participado como cómplice del Botànic a la hora de silenciar a ponentes propuestos por el PP en la comisión de reconstrucción de las Corts, una contribución de Ciudadanos con el objetivo de dejar solos a los populares.

Cambio radical en un año

La legislatura comenzó hace ahora un año con un encuentro entre Bonig y Cantó en la planta noble de las Corts en el que básicamente acordaron que los dos partidos se apoyarían en una estrategia constante de acoso y derribo al Botànic. Era el momento, además, en que ambos partidos se apoyaron para que la derecha lograra una treintena de alcaldías, entre ellas la de Alicante.

Entonces los dos pugnaban por el liderazgo de la oposición, aunque las elecciones de noviembre y la pérdida de 47 diputados por parte de Ciudadanos dejaron a Cantó en franca desventaja. Pero esos tiempos ya no son los actuales y Ciudadanos se ha dado cuenta que aunque tenga diez diputados en Madrid puede condicionar la gobernabilidad.

Preguntada ayer Bonig por si le preocupa el acercamiento de Ciudadanos tanto al Botànic como al Gobierno de España, dijo que es evidente que la actitud de Ciudadanos ha cambiado y hay un acercamiento de Toni Cantó.

Pero incide en que no va a permitir una estrategia diseñada desde el Palau de la Generalitat que consiste en atacar al PP y a la presidenta del PP y desea que Cs sea lo suficientemente hábil para darse cuenta y no dejarse llevar.

«Espero que Cs no entre en esa estrategia diseñada para dar una sensación de que el PP está solo y aislado y somos los que generamos crispación», señaló Bonig. «Pero no voy a perder un minuto en hablar de crispación de los políticos porque cada minuto que se habla de ello o de desavenencias internas es un minuto que no hablamos de lo que le preocupa a los ciudadanos», remató.

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