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El año sin celebraciones de fin de curso

Las fiestas y graduaciones quedan suspendidas o limitadas, pero los centros innovan para despedirse del alumnado

El año sin celebraciones de fin de curso

La pandemia de la covid-19 se ha llevado por delante un trimestre educativo tal y como se conocía hasta ahora. Las aulas de los colegios e institutos quedaron vacías a mediados de marzo y no han vuelto a acoger al alumnado de forma masiva, lo que ya no será posible este curso, pues las clases acabaron oficialmente el martes para los niveles de Secundaria y Bachillerato y hoy para Infantil y Primaria.

Este final de curso, igual que los últimos meses de clases a distancia, ha sido atípico, sin las graduaciones, despedidas ni celebraciones que suelen dar paso a las vacaciones de verano.

Desde la Associació de directives d'IES (Adies-PV), explican que, aunque es un «daño colateral menor», genera «tristeza» y «una sensación extraña» no haber podido celebrar las graduaciones en esta situación «compleja». «La mayoría de centros estamos haciendo evaluaciones online y hemos intentado poder despedir a cada alumno por videoconferencia», cuenta Toni González Picornell, presidente de Adies-PV. Incluso, afirma, se han realizado de forma simbólica «graduaciones online», emulando lo que se suele hacer cada fin de curso, pero con el alumnado en sus hogares, y se han creado vídeos o diapositivas como recuerdo.

Eso sí, de cara a un futuro cercano, Picornell explica que algunos centros se plantean realizar actos cuando finalice el estado de alarma si todo evoluciona favorablemente. Serían «al aire libre, con espacio suficiente para mantener la distancia» y tras la selectividad, ya que estos estudiantes acaban etapa en sus centros educativos para iniciar la vida universitaria.

Esto mismo estudian organizar en algunos colegios, como el que dirige Joaquina Barba, presidenta de la Associació de Directores i Directors d'Infantil i Primària (Adip-PV). Barba cuenta que en el CEIP Francesc Carròs de la Font d'en Carròs sí entregarán las orlas al alumnado de 6º de Primaria. «Iremos a la Casa de Cultura y haremos una fiesta muy discreta para dedicarles unas palabras de despedida, pero sin familias; en Infantil les haremos una visita a casa», explica. «Es un final atípico y no deseamos forzar la situación, pero queremos hacerlo aunque sea adaptándonos».

En otros casos, apunta, los CEIP apuestan por organizar un calendario de entrega de notas y libros y poder dedicar, así, unos minutos a cada escolar. «Tenemos que 'cerrar' con las personas y hacer acompañamiento emocional también, porque hay familias que se sienten perdidas», reconoce.

Esfuerzo colectivo

El curso 2019-20 empezó con el gran reto de hacer efectiva la educación inclusiva en las aulas, lo que ya estaba desarrollado normativamente en un decreto. En eso coincidieron todos los agentes educativos preguntados por Levante-EMV en septiembre. No obstante, finalmente la prioridad ha sido cómo mantener a distancia un sistema de enseñanza pensado para ser presencial y que nunca se había enfrentado a semejante reto, además de cómo saltar la brecha digital del alumnado. Pese a las dificultades y la improvisación inicial, «se ha hecho una faena fantástica por parte del profesorado, del alumnado y de las familias, que han estado ahí incluso sustituyendo al profesor cuando ha sido necesario», apunta Toni González Picornell.

Así también lo consideran desde la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic, formada por una veintena de entidades, que valoran «que se ha dado apoyo al alumnado para continuar su proceso de enseñanza-aprendizaje mediante diferentes plataformas y trabajos online».

Conscientes de la que pandemia ha causado «un problema educativo y social», instan a la Conselleria de Educación a destinar todos los recursos posibles» y a detallar, de forma «urgente», el escenario para el próximo curso. Como incide Picornell en este sentido también, «tras superar esto vamos a mejorar, pero de cara al futuro, a otros rebrotes o virus, necesitamos tener más normativa, más planificación y plataformas diferentes que ayuden al profesorado».

Desde la Federació Valenciana d'Estudiants (Faavem), proponen aprovechar el verano para que «los errores de estos meses de educación no presencial se subsanen» y que haya más certezas en caso de rebote, aunque esperan que el nuevo curso sea presencial y que los centros puedan acoger ya a alumnos en las escuelas de verano.

Estos días, el conseller Vicent Marzà también ha agradecido en sus redes sociales el «esfuerzo» del alumnado este trimestre, en especial a los que finalizan la ESO y el Bachillerato y, por tanto, emprenden nuevos caminos formativos, en los que les ha deseado «suerte».

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