La exsenadora y diputada autonómica Pilar Lima se erigió ayer en la nueva líder de Podem en la Comunitat Valenciana por un estrecho margen de 38 votos de diferencia (2.206 frente a 2.168) respecto su inmediata competidora, la síndica parlamentaria Naiara Davó. Lima ha recabado el apoyo del 44,7 % de los votantes inscritos, un resultado que la encumbra a la secretaría general del partido, pero que condiciona mucho su acción orgánica al diálogo y la búsqueda de consensos internos en la organización, descabezada y controlada por una gestora desde la dimisión de Antonio Estañ en 2019.

El desenlace de las primarias deja un empate técnico en el Consejo Ciudadano -el órgano de dirección de Podem- en el que las candidaturas de Davó y Lima han obtenido el mismo número de representantes, 14. Con un 11,35 % de sufragios, el tercer aspirante al trono, Fernando Navarro, no ha conseguido plaza en la cúpula de la formación morada.

La victoria de Lima brinda al líder de Podemos, Pablo Iglesias, la posibilidad de contar por primera vez con una dirección afín al frente de la federación valenciana después de seis años de tiranteces y discrepancias. Lima, que fue la primera senadora sorda de la historia y ahora se ha convertido en la primera mujer al frente del partido, forma parte de la dirección estatal de Podemos y ya obtuvo el respaldo de Iglesias en las anteriores primarias de 2017, aunque entonces perdió frente a Estañ. En esta ocasión, el líder de Podemos ha mantenido una posición más neutral en el proceso interno.

El resultado deja en una posición incómoda al vicepresidente del Consell, Rubén Martínez Dalmau, que se alineó con Davó junto a la mayoría de diputados del grupo parlamentario, al tiempo que abre la puerta a una reformulación de la posición de Unides Podem en el seno del Botànic que genera cierta inquietud entre sus socios de gobierno. En el nuevo Consejo Ciudadano, donde la directora de Injuve, María Teresa Pérez (de la lista de Lima), ha sido la más votada, han entrado varios antiguos miembros de anticapitalistas, partidarios de un rol más combativo en el Consell. Fuera se han quedado cargos del Gobierno como Héctor Illueca o Rito Bosaho, que cerraban lista como símbolo.

Misión: cohesionar el partido

La diferencia mínima de votos entre las candidaturas, sin embargo, enfría la magnitud de los cambios dentro del partido y podría avivar las fricciones. Lima es partidaria de un Podem menos institucionalizado que recupere el pulso de la calle. A la espera de la revisión de los resultados provisionales, el equipo de Davó destacó la necesidad de tender puentes para consolidar una organización «fuerte y unida». Coser las heridas internas agravadas por las últimas primarias será la primera misión de la nueva dirección. «Es tiempo de mirar adelante y remar todas juntas, porque el objetivo que perseguimos es el mismo», indicó anoche Lima. Davó, por su parte, se reivindicó como síndica parlamentaria y prometió «seguir trabajando para defender la posición de Podem en el Botànic».