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Los ayuntamientos afrontan la crisis con la menor deuda en 11 años tras bajarla otro 13 %

El pasivo municipal se redujo en 222 millones en año electoral y ha caído a la mitad desde la ley Montoro de 2012

Fachada del ayuntamiento de Gandia.

Cuando el Ministerio de Hacienda comenzó a hacer públicos los datos, en medio de la mayor crisis financiera de la historia, la deuda viva de los ayuntamientos valencianos con los bancos se había disparado hasta alcanzar un preocupante pico: 2.532 millones de euros. Once años después, las entidades locales encaran una nueva coyuntura económica desfavorable, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, después de un largo periodo de restricciones presupuestarias y esfuerzos contables que han permitido reducir ese pasivo casi a la mitad, hasta cerrar 2019 con 1.483 millones en amortizaciones pendientes con las entidades financieras, la menor cifra desde que se tienen registros.

La explicación del descenso es obvia: los consistorios apenas tienen margen para invertir sus remanentes en otra cosa que no sea reducir deuda, una losa que sigue condicionando la gestión diaria en muchas localidades. La Ley de Estabilidad -aprobada en los años de austeridad e impuesta por Bruselas-, recortó de forma drástica el déficit público a fuerza de los planes de ajuste apadrinados por el ministro Montoro.

Después del repunte registrado en 2012 como consecuencia del plan que afloró obligaciones de los ayuntamientos hasta entonces ocultas y marcó un techo histórico de números rojos, de 3.671 millones de euros, el ritmo de reducción del pasivo ha sido constante. Desde entonces, los ayuntamientos aún tienen la obligación de dedicar el superávit de cada cada año a pagar deuda bancaria, una imposición gubernamental que no ha cambiado con la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia -pese a las reclamaciones municipales- y que ha mantenido atadas a la gran mayoría de las arcas municipales.

Solo en 2019, el pasivo de las corporaciones valencianas se vio rebajado en 222,5 millones de euros, un 13 %. El año electoral, eso sí, influyó en los balances, puesto que en el ejercicio anterior, 2018, la reducción fue notablemente superior, del 18,5 %.

Otro rasgo que evidencia el cambio de panorama y el grado de saneamiento de las finanzas locales es el número de ayuntamientos que pueden presumir de haber reducido a cero su deuda: 257. Son 23 más que hace un año y representan a casi la mitad del total de las corporaciones de la Comunitat Valenciana. El Ayuntamiento de València es el que más «bocado» le pegó a su pasivo en 2019, al recortarlo en más de 70 millones de euros. Le siguen Paterna y Benidorm, que consiguieron amortizar compromisos por un importe de 17 millones, junto a Elx (15 millones menos menos de deuda) y Castelló (8 millones). En cambio, 34 entidades locales elevaron sus números rojos en 2019. Especialmente notable es el incremento registrado en l'Eliana (siete millones de euros más de pasivo), así como el contabilizado en Aldaia y Vila-real, de más de dos millones de euros. Otros municipios donde aumentan los compromisos con los bancos son Nules, Villena o San Vicente de Raspeig.

Demanda del superávit

El mismo día en que el Ministerio dio a conocer los buenos datos del nivel de saneamiento municipal, con una reducción media de la deuda en España del 10%, el Senado pidió al Gobierno que permita a los ayuntamientos invertir sus ahorros para contar con la liquidez necesaria con tal de reforzar los servicios públicos y combatir los efectos de la crisis del coronavirus. Una demanda reivindicada por la Federación de Municipios por la que los alcaldes del PSOE se han enfrentado al Ejecutivo Central.

A 1 de enero de 2020, la deuda per cápita entre los ayuntamientos valencianos se situaba de media en 246 euros por habitante, un 28% por debajo de la cifra de hace un año tras reducirse en 97,63 euros. En 2012,cuando se alcanzó el pico, la deuda viva ascendía a 736,30 euros por habitante.

Junto al de Valènca, que arrastra una deuda de 367,4 millones de euros, el de Gandia es el segundo consistorio valenciano con el pasivo más alto con los bancos, con 258.822 millones pendientes de amortización. También es la corporación de 50.000 habitantes con más deuda cápita, 3.471 euros por vecino. Otras de las más endeudadas son Alboraia (con 30,8 millones de deuda), Sagunt (28,7 millones) y Alaquàs (con 28,1 milllones).

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