Elena Longares nació en València y está a punto de cumplir los 30 años. Estudió Económicas y su último contrato terminó en octubre del año pasado. Elena leyó hace poco en la prensa que la Generalitat iba a contratar a 1.000 jóvenes desempleados como auxiliares de playa y decidió apuntarse a la convocatoria.
No tenía demasiada confianza en este trabajo. Pensaba que no la llamarían porque está a punto de rebasar el límite de edad que fija la convocatoria. Pero es una de las 1.000 personas que este verano facilitará información a los usuarios de las playas valencianas para evitar contagios.
Este miércoles comenzaron a trabajar en la costa de la Comunitat Valenciana el millar de jóvenes contratados como auxiliares de playa para ofrecer información y consejos contra la covid-19. Los únicos requisitos para obtener una de las plazas eran tener entre 18 y 30 años, estudios de secundaria y carnet de conducir.
La crisis del coronavirus amenaza especialmente a los jóvenes. Muchos empezaron sus estudios tras la quiebra de Lehman Brothers y han aprendido a gestionar sus frustraciones mes a mes en función del dinero que tengan en su cuenta corriente.
«Soy licenciada en Economía y no encontraba trabajo pese a que he buscado de todo en todas partes. Me gustó mucho lo que estudié, pero ahora pienso que igual debería haber estudiado un módulo de Formación Profesional, que en aquel tiempo estaba mal visto, pero igual tendría más salida y no hubiese estado tanto tiempo formándome en la universidad», apunta Elena.
Los grandes perjudicados por esta crisis serán las mujeres y los jóvenes menores de 35 años. La voz de alarma la ha dado el Banco de España en su último informe, pues se trata de un segmento de la población que no dispone de ahorros y suelen encadenar contratos temporales.
Iván Castilla estaba a punto de irse a vivir fuera de València porque no encontraba trabajo en su ciudad. Tienen 26 años, es del barrio de la Malva-rosa y es la primera vez que cuenta con un trabajo al lado de su casa.
«Me enteré de la convocatoria a través de una conocida que me envió un enlace con la información. Rellené la documentación por si sonaba la campana y he tenido mucha suerte porque me han seleccionado», afirma. Ayer fue uno de los jóvenes que participó en la formación que recibieron los auxiliares destinados a las playas de la ciudad de València.
«Es la primera vez que tengo un trabajo sin necesidad de coger el coche porque vivo a dos calles. Y encima pagan bien», subraya con entusiasmo. Llevaba tres meses sin trabajar, «este tiempo ha sido complicado por todos los pagos que tenía que estar», pero ahora tiene asegurado el trabajo hasta el próximo 7 de septiembre.
«Me apetece mucho porque estudié un grado medio de auxiliar de enfermería y veo esto como una oportunidad. A punto he estado de irme a vivir fuera de València», cuenta Iván.
José Luis Serrano, de 27 años, es otros de los auxiliares de playa de València. Así recuerda como le comunicaron que iba a tener trabajo este verano. «Cuando me dijeron que había sido seleccionado me llevé una inmensa sorpresa porque se presentaron más de 20.000 personas y no pensaba que me tocaría a mi. Llevaba sin trabajar desde el mes de febrero», explica.
Todos han sido contratados como funcionarios interinos de la Generalitat de grupo C2 y con unas retribuciones de 1.384,95 euros al mes. El contrato se extenderá del 24 junio al 7 de septiembre 2020, en jornadas semanales de 38 horas y 45 minutos.
