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El Gobierno interviene los padrones ante el colapso municipal por la renta mínima

La Seguridad Social pide a los ayuntamientos poder acceder directamente a los datos de empadronamiento - El objetivo es agilizar la tramitación del Ingreso Mínimo Vital, evitar colas, el papeleo y desplazamientos innecesarios de los solicitantes

Cola en el Ayuntamiento de València en el primer día de apertura de padrón, hace un mes. levante-emv

Se trata de un trámite anodino y sencillo que resulta indispensable para acceder al Ingreso Mínimo Vital (IMV), pero el certificado de empadronamiento colectivo e histórico está provocando importantes retrasos en la atención presencial de los ayuntamientos valencianos por el aluvión de solicitudes en las dependencias municipales desde que la nueva prestación se puso en marcha, en junio. El colapso ha obligado al Gobierno a tomar cartas en el asunto.

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), a través de un oficio remitido por las direcciones provinciales, ha pedido permiso a las corporaciones locales para tener acceso directo a los padrones históricos de los registros municipales de forma electrónica, con tal de poder gestionar la cesión y el tratamiento de los datos de los solicitantes y agilizar de esta manera la tramitación de la renta destinada a personas con bajos recursos.

Los ayuntamientos ya están aceptando de forma generalizada una demanda que responde a las quejas que muchos de ellos habían trasladado por la sobrecarga de trabajo y el tapón administrativo existente. En algunos casos son habituales las colas de ciudadanos para obtener un certificado que, en condiciones normales, puede expedirse en cuestión de minutos, pero que en algunas entidades está tardando semanas.

La principal ventaja de la fórmula que ahora plantea el INSS es que evitará los desplazamientos innecesarios de los solicitantes del ingreso mínimo hasta los consistorios. La aportación presencial del certificado de empadronamiento -donde deben constar todas las personas empadronadas en el domicilio del peticionario, junto a la fecha en la que se inscribieron- puede sustituirse por el simple consentimiento del interesado, expresado en la propia solicitud del IMV, para que la Seguridad Social pueda recabar esa información directamente de los ayuntamientos, haciendo uso del derecho que le asiste por ley.

Sin embargo, la falta de previsión se hace patente en el hecho de que, entre los servicios ofertados por las distintas administraciones públicas a través de la plataforma de intermediación -una aplicación del Ministerio de Hacienda para el intercambio de información entre instituciones de diferente nivel- no hay ninguno que pueda suplir la aportación presencial de dicho certificado. De ahí que el INSS se haya visto obligado a pedir uno a uno a los consistorios que autoricen la cesión y el tratamiento de los datos de empadronamiento, invocando para ello en su escrito a que se trata de una «misión «de «interés público».

La operación también requiere el consentimiento expreso del interesado, informado en el modelo de solicitud de la prestación, en cumplimiento de la la ley de la protección de datos personales.

La Seguridad Social recalca a los alcaldes que el acceso a sus padrones de habitantes se efectuará de forma electrónica, estandarizada y con total garantía jurídica, por aquellos funcionarios del INSS que cada corporación autorice.

Aligerar burocracia

Fuentes municipales lamentan la tardanza en activar un instrumento electrónico que debería estar normalizado para evitar el papeleo y aligerar burocracia. Los ayuntamientos advertían del caos porque se enfrentaban al repunte de las peticiones de empadronamiento -también motivadas por la reapertura del padrón- con medios muy limitados y con vistas a que el problema pudiera agraverse en agosto. El colapso también impide tramitar los empadronamientos especiales, permitidos para que tengan acceso al IMV las personas sin hogar que viven en la calle.

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