«Tenemos miedo, vivimos con la incertidumbre de qué pasará dentro de dos meses y estamos cansados. También indignados al ver comportamientos sociales en los que parece que ya se ha acabado la pandemia, cuando no es así». Quien habla es una enfermera valenciana, pero coincide en su análisis con representantes de médicos y distintos profesionales consultados. Los sanitarios tienen aún muy reciente lo mal que lo pasaron en marzo y abril con la primera oleada de la covid que cogió a los hospitales desprevenidos en todos los sentidos. «Trabajabas con la certeza de que te ibas a contagiar porque no había suficientes equipos de protección y compañeros míos llegaron a ponerse un colchón en el garaje para evitar contagiar a sus familias. Ha sido muy duro», explica un médico de la UCI.

Pese a que la experiencia es un grado cuando se habla de coronavirus y que los sanitarios confían en no llegar a la saturación de los peores momentos, observan con impotencia cómo va a aumentando el número de contagios día a día y la «calma tensa» que se respira en los centros hospitalarios les recuerda los días anteriores al caos. Nadie sabe con certeza qué va a pasar, pero la opinión generalizada es que «no pinta bien». Con este panorama, los sindicatos dan por hecho que en los próximos meses se incrementarán las bajas de personal sanitario. «No podemos saber cuántas obviamente, pero sabemos que más profesionales enfermarán». Con esta afirmación no se refieren sólo a caer víctimas del coronavirus , sino también a estrés, ansiedad y depresión «que se manifestarán en el medio plazo» tras la larga y sostenida situación de alerta máxima vivida, indica Rosa Atienza, responsable de Sanidad de CC OO en la Comunitat.

«El personal nos manifiesta cansancio porque tampoco se han planificado bien las vacaciones. Así que si la situación vuelve a estallar no lo van a soportar, sobre todo los que han estado y están en primera línea», es decir, Atención Primaria, Urgencias, UCI y los servicios más relacionados con la infección como Neumología, Anestesiología y Medicina Interna principalmente, asegura la responsable sindical.

Ante la evolución de la pandemia, los profesionales son claros. «El sistema sanitario está tensionado ya, la situación que vivimos es más bien de estrés y desmoralización al ver que la situación puede ponerse peor. En el lado positivo, ya hemos adquirido conocimientos, sabemos qué medicamentos funcionan mejor en los casos graves, por lo que quizá la demanda de UCI en caso de otro pico sea menor», explica el catedrático de Enfermedades Infecciosas y jefe de servicio de Medicina Interna, Félix Gutiérrez. «Han llegado refuerzos, pero en materia de personal, en general, no han llegado todos los deseables», concluye.