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División por los turnos en los IES

Las familias, los sindicatos y el alumnado están preocupados por los horarios alternos en los institutos, especialmente por el temario de 2.º de Bachillerato, mientras que los equipos directivos creen que sí podrán enseñarse los contenidos básicos

División por los turnos en los IES f. calabuig

El 2020-21 va a ser un curso muy largo y la apertura de los centros educativos no deja de generar debate, dos semanas después de la vuelta a las aulas. Una de las cuestiones que preocupa a las familias es cómo va a afectar al rendimiento académico de sus hijos e hijas la implantación de turnos alternos semanales a partir de 2º de ESO en los institutos que no cuentan con suficiente espacio. Hay que recordar que en los casos en los que no se pueda guardar el metro y medio de distancia entre estudiantes en Secundaria o Bachillerato (por ser una clase muy numerosa o unas instalaciones pequeñas), las instrucciones de las conselleries de Educación y Sanidad apuntan que deben crearse turnos semanales alternos (lunes, miércoles y viernes por un lado, y martes y jueves por otro, y la siguiente semana a la inversa). De esta manera, la ratio puede bajar hasta la decena de estudiantes (cuando en Bachillerato es de 30) y de forma presencial se imparten los conocimientos básicos, mientras que en casa se realizan tareas y ejercicios prácticos.

En este caso, no está previsto el uso de las herramientas digitales más allá de «Aules», donde los alumnos podrán consultar el material que hayan dejado sus docentes, ya que las clases online están previstas para las cuarentenas o un confinamiento. A pesar de ser comprensible, la prioridad de la presencialidad para 1º de ESO (así como de los grupos de refuerzo de PMAR, PR4 y PAC, y de FP Básica), esto ha causado preocupación e incluso indignación entre las familias del resto del alumnado que no tienen el 100 % de presencialidad, especialmente en 2º de Bachillerato. Como publicó ayer Levante-EMV, las quejas llegan desde familias del IES María Moliner de Port de Sagunt, pero también del Lluís Vives, de València. Padres y madres de este centro consideran que sus hijos e hijas están en «inferioridad» de cara a la selectividad, respecto a los que sí van a diario a clase. «Nos piden a las familias que nos esforcemos, porque la situación actual es la que es, pero, ¿qué hacemos? ¿Pagamos a profesores particulares? En Bachillerato hay materias muy complejas, los padres no estamos capacitados y solos no pueden», apuntan.

Por eso, creen que se debería garantizar la presencialidad en 2º de Bachillerato o hacer clases online para el alumnado que está en casa. «Queremos una solución rápida; deben tener clase todos los días porque la igualdad de oportunidades es un derecho, no pueden jugar un partido como la selectividad, que es muy competitiva, con un zapato; y rebajar el nivel no es una solución», por lo que estudian movilizarse. Por su parte, desde la Federació Valenciana d´Estudiants (Faavem), apuntan que aunque en muchos centros sí se ha intentado priorizar a los estudiantes más mayores, no ha sido posible en todos. «Es muy importante porque es un curso que está orientado al acceso a la universidad y hay que garantizar que los contenidos se impartan; es fundamental que se amplíe la presencialidad de 2º de Bachillerato donde no lo sea, para que todo el mundo tenga una preparación similar y suficiente», explica Enrique Martínez, presidente de Faavem. Asimismo, familias de otros niveles también tienen dudas, como las que manifiestan desde el IES Rafelbunyol por los alumnos de 3º y 4º de ESO, unos cursos que consideran «determinante para que continúen estudiando». Por otro lado, «la preocupación compartida entre el profesorado es poder impartir bien el currículum», por lo que «habrá adaptarlo y destacar los contenidos básicos», detallan desde Stepv, al tiempo que lamentan que esto supone «una sobrecarga para el profesorado». Ante esto, piden a la Conselleria de Educación que haga llegar a los centros «un plan de adaptación curricular» y «dé pautas» comunes para todos, ya que dan por sentado que «no se desplegará todo el currículum y no será la misma formación que un curso normal» .

Otro punto de vista es el de los equipos directivos de los IES, que creen que «sí se podrá dar todo el currículum». «Estamos muy concienciados y vamos a avanzar todo lo posible», apunta Toni González Picornell, presidente de la Associació de Directives d´IES del País Valencià (Adies-PV). Aunque reconocen que hay recelo entre las familias, sobre todo si en un mismo municipio los institutos han optado por organizarse de manera diferente, en Adies-PV consideran que los turnos «funcionan bastante bien», y que «sí es posible dar el temario con planificación y programación adecuadas». «No profundizaremos, pero tenemos que ser conscientes del año que es, hay que centrarse en la base; e insistir a las familias en que estén tranquilas», afirma Picornell, en lo que coincide Màrius Fullana, presidente en funciones de la Confederación de Ampa Gonzalo Anaya. Fullana confirma que las quejas se centran en 2º de Bachillerato pero recuerda que es «inevitable» con infraestructuras tan diferentes entre centros y que es mejor esta solución a cómo fue la educación en el confinamiento.

Para este curso, Adies-PV también pedirá que la selectividad se adapte, dando mayor opcionalidad al alumnado; lo que la conselleria ya ha solicitado a los ministerios de Educación y Universidades. Asimismo, sobre los turnos, desde el Consell aseguran que «el gran esfuerzo organizativo de los centros y el profesorado de refuerzo ha hecho que la gran mayoría de alumnado vaya a clase todos los días. Donde no ha sido posible, se ha adaptado el trabajo y la programación de las clases a la alternancia, de forma que en los días que hay clase presencial se avanza en los contenidos teóricos mientras que en casa se programan trabajos, ejercicios y propuestas que este alumnado puede hacer perfectamente de forma autónoma para consolidar contenidos». Sobre esta cuestión, el conseller Vicent Marzà ya apuntó que no creen que vaya a tener una «afectación muy grande en el aprendizaje», pues se trata de una atención «más especializada y se puede avanzar más», ya que «el tiempo será más efectivo en clase».

Parques y jardines

El Ayuntamiento de València precintó ayer, a primera hora de la mañana, los juegos infantiles y las zonas con columpios de los parques y jardines de la ciudad. La medida se anunció hace un par de días, para evitar que los niños y niñas estén en contacto con otros menores, lo que podría provocar brotes en los colegios, donde preocupan especialmente los grupos «burbuja». Así, han quedado clausurados, de nuevo, toboganes, columpios, balancines y juegos similares, hasta que se consiga doblegar la curva de contagios por la covid-19.

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