El confinamiento hundió la economía española el 17,8% en el segundo trimestre del año (respecto al primero), según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato es algo menos malo de lo que había avanzado el propio INE el 31 de julio, cuando estimó un retroceso trimestral del 18,5%, pero no por ello deja de ser la peor tasa de la serie histórica del INE y la segunda más alta de la Unión Europea, por detrás del Reino Unido (-20,4%).

Tras acumular dos tasas negativas consecutivas (-5,2% en el primer trimestre y -17,8% en el segundo), la economía española entra en recesión técnica, con un nivel de Producto Interior Bruto (PIB) que a finales de junio se situaba el 22% por debajo del que dejó a finales del 2019. Para el tercer trimestre, el Banco de España proyecta un fuerte rebote, con un crecimiento entre el 13% y el 16% (Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros) prevé un avance trimestral del 11,6% en el periodo que acaba en septiembre) que sacaría la economía española de la recesión técnica. No obstante, el Banco de España prevé que a finales del 2022 el PIB aún estará por debajo del nivel previo al estallido de la crisis

Es la segunda vez en el siglo XXI que la economía española cae en recesión. Entró en el tercer trimestre de 2008, hasta el cuarto del 2013 (con algunos trimestres aislados en positivo, entre medias). En aquel periodo de cinco años la economía ‘solo’ llegó a caer el 9% (frente al desplome actual del 22% en dos trimestres).

Por su parte, el retroceso interanual del PIB se cifra ahora en el 21,5%, frente al 22,1% adelantado a finales de julio. En cualquier caso, se trata también de un descenso récord en la serie histórica. Hasta ahora la mayor contracción anual del PIB era la del segundo trimestre de 2009, cuando la economía española bajó un 4,4% interanual

Los datos del INE desgranan la magnitud de tsunami económico del segundo trimestre. El consumo de los hogares se hundió el 20,4% respecto al primer trimestre y la inversión empresarial (formación bruta de capital) lo hizo el 21,5%. Las exportaciones se desplomaron el 33,4% y las importaciones lo hicieron el 29,5%. Apenas hubo una cifra positiva, vinculada al gasto de las administraciones públicas, que subió el 0,3%. De este modo, la demanda interna (consumo e inversión) restó 16,1% al PIB y la externa (exportaciones e importaciones), otros 2,7 puntos.

Por sectores, el bloque de comercio, transporte y hostelería se llevó la peor parte, con un desplome del 39,6% en el segundo trimestre, seguido del de actividades artísticas, recreativas y otros servicios (-31,6%). Solo las actividades financieras y de seguros lograron crecer (0,9%).

El desplome trimestral del PIB del 17,8% se tradujo, a su vez, en una caída similar en los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 17,7%). En términos interanuales, el empleo presenta una tasa del -18,4%, lo que supone un descenso de 3,38 millones de puestos equivalentes a tiempo completo. El volumen de horas efectivamente trabajadas, por su parte, se hundió el 21,7%.

El derrumbe de la actividad y del empleo se tradujo en una caída de la masa salarial del 13,9%, un desplome aun mayor de los beneficios empresariales (del 22,4%) y un hundimiento de los impuestos del 44,3%. El PIB a precios corrientes registró una disminución interanual del 20,7%, hasta los 245.867 millones de euros, con lo que retrocedió a niveles de hace 14 años.

Por otro lado, La pandemia provocó en el segundo trimestre de 2020 una pérdida de horas de trabajo equivalente a 495 millones de empleos, y entre enero y septiembre los ingresos de los trabajadores cayeron en 3,5 billones de dólares, concluye un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado ayer

El nuevo informe sobre los efectos de la pandemia en el mercado laboral global, sexto que elabora la organización con sede en Ginebra, empeora las cifras del anterior estudio, presentado en junio, en el que la pérdida de empleos equivalente se había cifrado en 400 millones, siempre comparando con cifras del año anterior.