El Consell tendrá que aprobar un Plan de Contratación Pública Sostenible y de impulso a la Innovación y la Economía Circular que pasa por la minimización del desperdicio de alimentos, así como el fomento de la adquisición de productos de proximidad o ecológicos, tal como recoge la nueva normativa autonómica que en unos días llegará a las Corts.

La procedencia de lo que se sirva en comedores colectivos dependientes de la administración pública tendrá que garantizar, también, una gestión ambiental sostenible.

Además de priorizar la adquisición de productos y materiales reutilizables, reutilizados, biodegradables, reciclables y reciclados, los pliegos de contratación pública de proyectos y ejecución de obras tendrán un filtro «verde». Así, se contemplarán criterios de diseño bioclimático, suministro con fuentes de energía renovable o soluciones basadas en la naturaleza, concepto este último en el que incide últimante el Ministerio para la Transición Ecológica.

El Consell tendrá que elaborar un diagnóstico del desperdicio alimentario en la Comunitat Valenciana para elaborar una estrategia de prevención y reducción con el horizonte de 2030. El objetivo es desarrollar una regulación mediante los instrumentos jurídicos pertinentes que ponga fin a la eliminación de productos en buen estado en establecimientos mayoristas y minoristas que comercialicen alimentos.

Además, quedará prohibida la fabricación de cualquier tipo de producto con objetivos de obsolescencia programada, ya sea en la vertiente técnica, de diseño, durabilidad o programación. Y se fomentará la creación de un tejido comercial de venta de productos de segunda mano, reutilizados o reparados. Todo para reducir residuos.