Más de medio centenar de internos de la cárcel de Picassent, 52, por el momento, han dado positivo en covid-19, en el mayor brote detectado hasta ahora en el centro penitenciario valenciano y que, según el sindicato de Prisiones Acaip, la dirección del centro vincula con la salida de permiso de un recluso del módulo 14 de Preventivos, al que pertenecen todos los reclusos contagiados.
Acaip denuncia que, pese a que el primer interno que dio positivo tiene entre sus funciones la limpieza de las dependencias que utilizan los funcionarios de Prisiones, nadie quiere hacerse cargo de realizarles las correspondientes pruebas para saber si el virus también ha afectado ya alguno de los trabajadores del centro penitenciario.
Es más, dada la celeridad con que se ha extendido el virus por el módulo 14, aseguran en un comunicado emitido esta mañana que es muy probable que el número de positivos continúe creciendo en las próximas horas, por lo que, entienden, la situación puede descontrolarse, ya que en los últimos días ha habido contactos estrechos de varios internos del módulo 14 ya diagnosticados con reclusos de otros departamentos, tanto en comunicaciones entre ellos como durante la participación en talleres, algo que podría haber hecho saltar el virus ya a otros módulos.
El primer caso fue detectado el pasado lunes, cuando el citado recluso que se dedica a labores de limpieza comenzó a manifestar síntomas compatibles con covid. Al realizarle la prueba, dio positivo. La dirección médica del centro estableció como posible origen del foco el compañero de celda de ese preso, ya que había disfrutado de una salida por un permiso penitenciario. A su regreso, como es habitual desde que estalló la pandemia, fue sometido a una cuarentena preventiva de 10 días en un módulo que estaba vacío y que ha sido especialmente habilitado para este uso. Al término de ese aislamiento, el recluso dio negativo, lo que pone en entredicho que sea la fuente originaria de contagio. Por esa razón, Acaip ha pedido que “vista la magnitud del brote, es necesario seguir rastreando el origen del mismo, aunque parece poco probable localizarlo”.
Nadie se ocupa de los funcionarios
La principal queja del sindicato es que, pese a la evidente situación de riesgo, nadie está asumiendo someter a pruebas a los funcionarios que han tenido contacto o que pueden estar en riesgo. Aseguran que “los trabajadores que han estado en contacto directo con los internos de ese módulo se ven atrapados en un “limbo”administrativo: Instituciones Penitenciarias dice que no les corresponde a ellos realizar pruebas diagnósticas, Muface (la mutua responsable de la asistencia sanitaria de los funcionarios públicos) dice que sólo es competencia suya si presentan síntomas, que en caso contrario es un problema de salud pública, y que debe ser la sanidad pública quien se encargue de realizar esas pruebas”.
Y la conselleria de Sanidad “no quiere saber nada del tema, puesto que los funcionarios públicos no forman parte de su ámbito de cobertura”, afirma Acaip, para quien “es indignante que los trabajadores públicos tengan que “buscarse la vida” literalmente para ver si están contagiados, o no, porque nadie quiere hacerse responsable, teniendo que sufragar ellos mismos en muchos casos el coste de las pruebas diagnósticas”.
Anulación de permisos y algunos talleres
Además, el sindicato de Prisiones ha anunciado que solicitará la convocatoria urgente de una reunión con la dirección en la que pedirá que, “hasta que se conozca el alcance real del brote, se suspendan en el centro todas las actividades en las que participen internos de más de un departamento”, así como “la suspensión de los permisos de salida de los internos y los traslados de internos desde este centro a otros”.
