El juicio al exmarido de la vicepresidenta Mónica Oltra, condenado inicialmente a una pena de cinco años de cárcel por abusos sexuales a una menor en un centro en el que trabajaba como educador, es el cuento de nunca acabar. La repetición de la vista oral prevista para hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia se ha tenido que suspender al encontrarse la letrada del acusado a la espera de los resultados de una prueba de coronavirus después de que ayer se confirmara que un compañero de despacho había dado positivo en covid.

De momento, se ha suspendido sin fecha la repetición del juicio. El educador, exmarido de la vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, por abusos a una menor tutelada. El educador debía volver a ser juzgado este lunes en la Audiencia de Valencia después de que en la causa hayan aparecido dos informes que cuestionan la versión que ofreció la víctima, de 15 años, en la primera vista.

Sin embargo, la cuarentena que debe guardar la letrada del acusado ha obligado a la Sala a suspender el juicio y por el momento no se ha fijado un nuevo señalamiento, han informado desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana(TSJCV).

El educador fue condenado por el mismo tribunal a la pena de cinco años de prisión por un delito continuado de abuso sexual pero el TSJCV revocó la sentencia al hallarse dos informes que no se valoraron en la vista.

Así, se ordenó repetir el juicio, aunque de forma parcial. Es decir, con la declaración de las personas responsables de los dos informes, uno de ellos encargados por la propia Conselleria tras haberse iniciado las actuaciones judiciales y otro elaborado por el Instituto Espill.

Los hechos se remontan a los años 2016 y 2017, cuando la víctima estaba interna en un centro de acogida de València desde que fue declarada en situación de desamparo. La Audiencia dio como probado que el educador acudía a la habitación donde dormía la menor y le masajeaba la zona del cuello ante la petición de la niña, que tenía dificultades para conciliar el sueño. Una vez creía que estaba dormida, le cogía la mano y se masturbaba con ella.