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"No tenemos tiempo ni de descansar, vamos desbordados"

"Hay proveedores de ataúdes que nos dicen que se están quedando sin reservas"

Empleados de una funeraria transportan un fallecido por covid. F.CALABUIG

Con el doble o incluso el triple del trabajo habitual. Los servicios funerarios sirven de indicador del drama que está suponiendo esta tercera ola de la covid, la más mortífera en territorio valenciano. «En la Comunitat Valenciana se ha notado mucho más este mes de enero que en la primera y la segunda ola», confirma el presidente de la Asociación Española de Profesionales Funerarios, Fernando Alcón, afincado en Puerto de Sagunto. El retrato del sector es de empresas y trabajadores cansados, «física y mentalmente» y que ejercen desde la recogida de cadáveres en hospitales, residencias y domicilioss hasta organizar el velatorio.

«Vamos desbordados, tengo el triple de trabajo que el que tenía antes», responde al otro lado del auricular el responsable de una funeraria en Museros que dice no tener tiempo «ni de descansar», «ni de atenderte por teléfono». «Desde el inicio de año se ha notado un repunte bastante alto, hay proveedores de ataúdes que nos dicen que se están quedando sin reservas y no dan abasto», corrobora Rubén Peñalver de la Funeraria Pastor.

«El otro día acudimos al hospital de la Marina Baixa y era el quinto covid que se tenía que recoger, había una fila de coches fúnebres esperando porque hay un procedimiento, tenemos que ponernos el traje epi y desinfectar todo bien», relata Peñalver quien explica que ese féretro se «sella con un precinto llamativo para que en el crematorio sepan que es covid y no se abra».

Karen Cañada, responsable del Tanatorio de Mislata, recuerda, de hecho, que durante los velatorios de una persona covid «no se puede ver al fallecido, es siempre con la tapa cerrada». Además, indica, «hay muchas veces que la familia no puede venir porque son positivos por covid y están confinados» y señala que en su caso, «prácticamente todos los días tenemos personas fallecidas por covid, algunas veces con todas las salas llenas». Desde el Ayuntamiento de València también hablan del más del doble de servicios: «De normal son unos 20 al día y en enero hemos tenido días de más de 50», señala el concejal de Cementerios, Alejandro Ramón, quien indica que es habitual un repunte en enero por el frío y que llevan dos días de baja. «Antes de ayer hicimos 37», expresa.

Más preparados

El aumento de trabajo implica más horas, coinciden Peñalver y Alcon quienes defienden que las funerarias «tenemos que llegar a todo y se hace echando muchas horas, si colapsáramos habría un problema muy grande». «Pero no estamos en esa situación», matizan desde la asociación. «De momento vamos saliendo adelante, estábamos más preparados que en la primera ola que nos pilló por sorpresa», añade Alcón.

Una de las últimas órdenes de Sanidad fue autorizar que se permitiera el entierro o incineración de las personas fallecidas por covid antes de las 24 horas que obliga la ley para el resto de decesos. «Eso ha aliviado la carga», indica Alcón quien pone ejemplos de situaciones que él ha vivido en el Hospital de Sagunt: «Hemos llegado a ir a recoger 13 cuerpos donde solo había 6 cámaras».

Además del aumento de personas fallecidas, los trabajadores notan que se tarda más. «Hay más protocolos, tenemos que ponernos el traje EPI, desinfectarlo y todo eso al final es más tiempo», relata un trabajador de una funeraria que pide no ser identificado. «Tenemos que tener los cinco sentidos puestos, y vamos con tensión, y estamos cansados y tenemos cierto miedo porque estamos en primera línea aunque no nos lo reconozcan ni siquiera para vacunarnos de los primeros grupos», protesta.

Exceso de la mortalidad de 3.600 personas en dos meses

La Comunitat Valenciana ha registrado entre el 1 de diciembre pasado y el 1 de febrero un total de 12.345 muertes, cuando se esperaba que fueran 8.743, lo que supone un exceso de mortalidad de 3.602 personas y del 41,2 por ciento.

Así lo recoge el último informe del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, que analiza los fallecimientos ocurridos por todas las causas —no solo por coronavirus— y estima los excesos de mortalidad en función de las medias históricas de los últimos diez años.

Este sistema ha detectado en la Comunitat Valenciana cinco periodos de exceso de mortalidad desde el pasado mes de marzo, cuando comenzó la pandemia, el mayor de los cuales ha sido, hasta el momento, el comprendido entre el 1 de diciembre y el 1 de febrero, que coincide con la tercera ola de la covid-19.

Según este informe, en los últimos dos meses el exceso de mortalidad ha afectado por igual a hombres y a mujeres, ya que en ambos casos ha sido del 42 %: han muerto 6.419 hombres, cuando se calculaba que lo harían 4.522 (un exceso de 1.898), y han fallecido 5.903 mujeres y se esperaba que fueran 4.156 (un exceso de 1.747).

Por edades, el mayor exceso de mortalidad entre inicios de diciembre y comienzos de febrero, del 45,9 %, se ha dado entre las personas mayores de 74 años, puesto que han muerto 9.136 y se esperaba que fueran 6.262, un exceso de 2.874 decesos; mientras que en segundo lugar se sitúan los fallecidos de entre 65 y 74 años, con una sobremortalidad del 37,2 %.

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