El Ejecutivo valenciano reúne hoy a su comisión interdepartamental sobre la pandemia para revisar las restricciones en vigor desde el día 1. La línea estratégica es la de mantener la prudencia, en especial en vísperas de un periodo tradicionalmente festivo, en la línea de lo acordado ayer con la mayoría de autonomías en el consejo interterritorial de Sanidad. Pero eso no significará avanzar algún paso más en la desescalada iniciada hace once días.

La clave, según ha podido saber este diario en diversas fuentes del Consell, es no quedarse alejados de lo que está sucediendo en el resto de comunidades. En especial, cuando la incidencia acumulada es menor que la de la media española: hoy está en 57 casos por cada 100.000 habitantes. La intención, por tanto, ante la interdepartamental de hoy es ir «homogeneizando» restricciones con el resto de territorios.

Esa filosofía pone el foco, así, en los gimnasios, los únicos que permanecen cerrados en España. Todo apunta a que volverán a la actividad en su interior a partir del próximo lunes, cuando entrarán en vigor las nuevas medidas.

Como avanzó ayer este diario, también se contempla alguna ampliación de los aforos de las terrazas de bares y cafeterías. No es previsible, por el criterio de prudencia, que se permita ya la apertura de interiores. No se quiere ofrecer el mínimo estímulo a unas «Fallas de bar».

En la misma línea, el ocio educativo (las actividades extraescolares) es otro ámbito en el que se contempla abrir la mano en la reunión de hoy.

Según las citadas fuentes, excederse en el tiempo en algunas medidas restrictivas podría llevar a que los tribunales, en algún momento, se pronunciaran en contra de las decisiones del Ejecutivo. Hasta ahora, no ha pasado así y los juzgados han ratificado las limitaciones adoptadas.

La comisión interdepartamental reúne a miembros del Consell de los tres partidos del Gobierno del Botànic: PSPV, Compromís y Unides Podem.

Junto a las medidas citadas que se prevé relajar, el president de la Generalitat, Ximo Puig, señaló ayer que «la perspectiva» es mantener el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana hasta mayo, cuando concluye el actual estado de alarma, aunque matizó que «se podría revisar» si antes «tenemos circunstancias positivas, se avanza en la vacunación masiva y pasada la Semana Santa ya no hay una atmósfera favorable al contacto». Así lo afirmó Puig en una entrevista a la cadena Ser: «No hay ninguna restricción que se ponga por capricho ni tiene que durar un día más de lo necesario».

Con la perimetración se quiere lanzar «un mensaje para crear una atmósfera de no riesgo que sea asociado con la sociabilidad», añadió.

«Estas semanas son decisivas porque las no Fallas, la no Magdalena, la no Semana Santa tienen que ser efectivamente eso, porque ahora sí que sabemos que la movilidad genera contactos y estos, contagios».

Pero, al tiempo, apostilló que con el actual nivel de incidencia acumulada (llegó a estar casi en 1.500) «no se pueden mantener exactamente las mismas restricciones», si bien «tampoco se puede dilapidar en pocas semanas todo el esfuerzo».

Por ello, sobre la reapertura que reclaman algunos sectores , Puig defendió ayer decisiones «mesuradas» de acuerdo con los expertos y pensando en «el bien general y la salud, pero también en las personas que tienen restringida su actividad».

Margen en el toque de queda

El consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud también incidió ayer en la idea de prudencia en la desescalada al decidir el cierre perimetral de las Comunidades entre el 17 y 21 de este mes y entre el 26 de marzo y el 9 de abril (Semana Santa y Pascua). La movilidad nocturna quedará prohibida entre las 23:00 y las 06:00 aunque esta puede ser ampliada por las comunidades has las 22:00. Esa es la hora de inicio del toque de queda en la C. Valenciana ahora. No se prevé modificarla en la reunión de hoy, pero el Consell tendrá un margen para abrir la mano con esta limitación horaria.