Un descenso gradual y continuado. Es la previsión de los expertos de cara a las UCI que el martes bajaron de los 200 ingresados por primera vez desde principios de noviembre. El dato es poco más que un alivio que ha permitido desescalar algunos espacios hospitalarios que se habían destinado a críticos, pero todavía supone una cifra muy alta, alertan los intensivistas, que ven con temor que un descenso de las restricciones conlleve volver a una escalada de casos e ingresos.

La realidad es que las Unidades de Cuidados Intensivos tienen un ritmo mucho menor de recuperación que el de los contagios o las hospitalizaciones generales. Así, mientras que la caída en los casos activos desde el pico alcanzado el 30 de enero con 75.444 hasta el 8 de enero cuando se registraban 5.604 fue de un 92 % y los hospitalizados han caído un 80 % en ese mismo periodo de tiempo, el descenso de las UCI ha sido de 21 y 9 puntos menos con un 71 % de bajada.

«La curva de las UCI suele ir algo más retrasada que la de hospitalizados porque la gente en críticos está más tiempo ingresada, si se acelera esa caída es porque no están yendo bien las cosas», explica la máxima responsable de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva, Marisa Blasco. La también responsable de UCI del Hospital Clínico de València cuenta que los pacientes que actualmente se encuentran en las unidades de críticos son «pacientes que están en fase crónica, que tienen una recuperación lenta».

De hecho, la curva de las UCI de la tercera ola está descendiento a un ritmo más lento que la de la primera ola. Entre el 1 de abril, día en que la ocupación en las unidades de críticos alcanzó su máximo en la primera ola y el 13 de mayo (cuarenta días después) las personas atendidas en críticos cayeron un 82 %. Este descenso es 10 puntos más rápido que el ritmo que ha marcado la evolución de los cuidados intensivos valencianos en esta tercera ola donde se superaron los registros de la primera: 670 a 386.

Los expertos explican que este freno a la velocidad de descenso se explica, en un primer lugar, porque mientras que en abril había un confinamiento prácticamente total, en el mes de febrero el cierre ha sido más suave, sin llegar a un encierro absoluto en casa, sino con unas fuertes restricciones a los contactos sociales que han sido clave para doblegar la curva. El otro punto que señalan es el cambio del paciente atendido.

«Se ha ampliado el perfil, antes era más mayor, pero ahora se ha diluido, hay más gente sin patología previa y ha bajado la media de edad lo que refleja que ha habido un contagio comunitario y más extendido entre la sociedad», detalla la doctora Blasco. En este sentido, recuerda que las personas más mayores no son las potenciales de ocupar camas UCI sino que lo hacen principalmente aquellas de mediana edad.

«Los casos se alargan»

Blasco sitúa la media de estancia en UCI en 15 días, pero hay casos que se alargan, como pasa con algunos de los que están hoy ingresados. De hecho, en otro hospital de la ciudad de València indican que de la decena de pacientes covid que están en intensivos la mayoría lleva más de 45 días de ingreso. «Las altas van muy lentas con intubación y ventilación mecánica», aseguran trabajadores de este centro.

El nivel de ocupación de las UCI, no obstante, continúa alto. El porcentaje que facilita el Ministerio de Sanidad habla de un 17 % de las camas de críticos ocupadas con un paciente covid, pero este cálculo, recuerda el personal hospitalario, está hecho sobre el máximo de camas que se pueden desplegar (unas 1.200) que es prácticamente el triple de las UCI con las que habitualmente trabaja la sanidad pública valenciana.

Por este motivo desde las unidades de cuidados intensivos apelan a la cautela ante una previsible cuarta ola. «El virus sigue estando ahí, los contagios han caído porque habíamos reducido los contactos sociales, pero una vez volvemos a ampliarlos, los casos volverán a subir», reiteran como mensaje. No en vano, el mantra se repite entre los expertos que aconsejan al Consell, que hoy decidirá si se dan nuevos pasos en la desescalada.