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Festivales a pequeña escala para resistir por segunda vez a la crisis

Sanidad estudiará esta semana la viabilidad de una prueba piloto en la Marina con 10.000 asistentes

El público del concierto de Love of Lesbian el pasado sábado en la Marina de València que permaneció sentado durante los dos pases que tuvo la actuación. | F. CALABUIG

Los promotores musicales de la C. Valenciana han hallado la fórmula para hacer compatible la música en directo con las restricciones sanitarias. Los festivales se han transformado en ciclos de música que van de lo acústico a lo multitudinario sin superar el aforo de 2.000 asistentes sentados.

El objetivo del sector es sobrevivir un segundo verano de pandemia, intentando olvidar la cascada de cancelaciones del año pasado, donde solo los ciclos de música consiguieron salir adelante en la conocida «tierra de los festivales».

De hecho, la Comunitat Valenciana cuenta con cuatro de los eventos musicales más multitudinarios de España: el Arenal Sound de Burriana (300.000 asistentes), el Medusa Sunbeach de Cullera (300.000), y el Rototom (200.000) y el FIB (170.000) de Benicàssim. Algunos de ellos, como el Arenal, solían dejar un impacto económico que llegaba a los 40 millones de euros.

La nueva fórmula de los promotores durante la pandemia obliga a desplegar un «Quién es quién» con la versión reducida de los festivales por todo el territorio valenciano. El que solía inaugurar la temporada, el Festival de Les Arts, ha lanzado «Les Arts Lite», con conciertos en la Marina Sur de València desde el mes de marzo. The Music Republic, organizadora del Arenal, el FIB o Les Arts, también ha anunciado otros ciclos de música como «Luce Benicàssim», la nueva versión del FIB con nombres como Izal, Aitana, Raphael o Mónica Naranjo, o ‘La Plaza en Vivo’, en Alicante. Suya también es la iniciativa «València Alive», con conciertos en la Marina de Miss Caffeina, Amaia o Dorian, que se alarga hasta septiembre.

La empresa BS Entertainment también ha decidido apostar por esta fórmula con el ciclo «Nits al Carme», dentro del cual se encontraba el concierto de Love of Lesbian del sábado en la Marina. La empresa ha lanzado una versión en acústico, «Nits Acústiques», por donde ya ha pasado M-Clan o Efecto Pasillo.

Aunque no todas las empresas promotoras están dispuestas a renunciar a los conciertos multitudinarios, después de acumular pérdidas de hasta 100 millones de euros desde el inicio de la pandemia. El Festival de les Arts, por ejemplo, mantiene la fecha de su sexta edición para el 4 y 5 de junio en la Ciutat de les Arts de València. De hecho, hoy mismo salen a la venta las entradas. También mantienen su fecha el Arenal Sound (del 27 de julio al 1 de agosto), el FIB (del 15 al 18 de julio), el Rototom (del 16 al 22 de agosto) o el Medusa Sunbeach (del 4 al 9 de agosto).

Los promotores son conscientes que para que estos eventos puedan realizarse este verano, será necesaria hacer una prueba piloto, similar al concierto de Love of Lesbian en Barcelona con 5.000 asistentes. El objetivo es comprobar si los festivales multitudinarios son viables a estas alturas de la pandemia. El evento de Barcelona así lo corroboró, ya que únicamente se registraron seis casos positivos después de la realización del concierto.

Tal y como publicó Levante-EMV, la empresa The Music Republic ha propuesto realizar un concierto con 10.000 personas de pie y sin respetar la distancia de seguridad en el mes de junio en la Marina. La Conselleria de Sanidad evaluará esta semana la propuesta, que ya cuenta con el respaldo de Turisme València.

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