Benidorm. 12 de agosto. 11 horas. Una tintorera de unos 2 metros aparece en la costa; en concreto, en la zona de Poniente, próxima al barranco de El Murtal, lo que provoca un sobresalto entre los bañistas que a esas horas abarrotan la playa y que contemplaron cómo el escualo intentaba nadar desesperado para alejarse de la orilla. La imagen no dejó indiferente a los usuarios en la arena que disfrutaban de un baño en uno de los días más calurosos del verano.
Tras el primer susto, fue la unidad marítima de la Policía Local la que intentó por todos los medios hacer que volviera el animal mar adentro pero continuamente buscaba la orilla tras quedar varada en ella, lo que les llevó a pensar que pudiera estar enferma. Con todo, se intentó proteger en todo momento a los bañistas pero también al animal que nadaba para intentar alejarse, sin éxito.
La tintorera medía unos 2,5 metros y alrededor de 80 kilos de peso se encontraba muy cerca de la costa, nadando a tan solo 30 centímetros de profundidad. La llegada de esta especie despertó mucha expectación entre la población y las autoridades acotaron la zona de baño para que no hubiera riesgos. Según explicó la Fundación Oceanogràfic, fue un bañista el que dio la voz de alarma sobre la presencia de este animal en plena orilla y con los bañistas.
En pocos minutos, la imagen de esta gran tintorera en plena orilla de la playa de Poniente corrió como la pólvora por móviles y redes sociales. Rápidamente, nada más avistarla, los agentes activaron el protocolo y dieron aviso al Instituto de Ecología Litoral para que acudiera a la zona y se hiciera cargo del mismo para evitar que sufriera ningún daño.
Se activó entonces el protocolo de actuación de la Red de Varamientos de la Comunitat Valenciana y hasta Benidorm se desplazaron tres técnicos del Oceanogràfic y, junto a policías locales y efectivos del servicio de Socorrismo y Salvamento municipal, lograron finalmente inmovilizar al ejemplar de manera adecuada con material de manejo para tiburones y, finalmente, se trasladó a alta mar, lejos de la costa, con ayuda de una de las embarcaciones cedidas por el Club Náutico de Benidorm..
Pruebas para analizar su estado
Los veterinarios del Oceanogràfic aprovecharon para tomarle una muestra de sangre y analizarlo, comprobando que no tenía heridas ni ningún otro signo de estar en mal estado. También se le administró un fármaco.
Los resultados que arrojen los análisis ayudarán a conocer la posible causa de su acercamiento a la costa, que, entre otras, puede deberse a un comportamiento reproductor de la especie. José Luis Crespo, responsable de Conservación de la Fundación Oceanogràfic, indicó que «cuando una especie pelágica se acerca tanto a las costas suele ser porque presenta algún tipo de enfermedad o está herida, por eso es fundamental evaluar su estado general y decidir la mejor opción en base a los hallazgos».
La tintorera, también conocida como tiburón azul, es una especie extendida en mares y océanos tropicales y templados, por lo que su presencia no es inusual en el Mediterráneo, donde se la ha catalogado en peligro crítico de extinción.
