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El Botànic pasa página a la crisis y aprieta el calendario para aprobar las cuentas antes de fin de año

Los socios rebajan la tensión, subrayan que el presupuesto se aprobará el 22 de diciembre, el día previsto, y relativizan los desencuentros

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, tiene previsto registrar hoy el presupuesto del Consell en las Corts

El Botànic se esfuerza en exhibir normalidad tras la tensión de los últimos días por el presupuesto, el primero que llega a las Corts fuera de plazo. El Consell aprobará su previsión financiera de 2022 este miércoles y el estropicio en términos parlamentarios es mínimo. El Botànic aprieta el calendario e incluso saca pecho de que las cuentas se aprobarán el 22 de diciembre, el mismo día que ya estaba previsto con anterioridad. Esta mañana se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de pasar esa fecha al 27 de diciembre, pero finalmente se decidió recortar el pleno de la semana que viene a un día, eliminar el control al Consell y encajar las comparecencias de los consellers la próxima semana para explicar sus cuentas. La oposición ha registrado una protesta. Fuentes de las Corts señalan que se han acortado los plazos porque así lo permite la ley.

El Botànic trata de pasar página. Bien está lo que bien acaba, sería la idea que transmiten. Los referentes del Botànic en las Corts quitan importancia al rifirafe de este año y aseguran incluso que el curso pasado fue más tenso. El síndic socialista, Manolo Mata, asegura que lo importante es que el 1 de enero entrará en vigor el nuevo presupuesto y se podrá profundizar en las políticas sociales. "No está bien incumplir el Estatut, pero un par de días es subsanable en el calendario, el presupuesto siempre genera tensión, pero nosotros no vamos a hacer nunca nada por dañar al Botànic", asegura el número dos del PSPV que está convencido de que el tripartito generará acuerdos hasta 2023.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig

Desde Compromís también se pone el acento en que el presupuesto y la ley de medidas fiscales se aprobarán el 22 de diciembre, dentro del plazo que evita que las cuentas puedan prorrogarse. El síndic, Fran Ferri, asegura que la dificultad estribaba en mantener el nivel de gasto social con la bajada de ingresos por parte del Estado, ya que se ha eliminado el fondo covid pese a que las consecuencias de la pandemia siguen activas, y el Gobierno rebaja el techo de décifit, medida que la UE aún no ha tomado. "Están en tiempo", resalta Ferri que asegura que la manera de diseñarlos, con una comisión política de los tres partidos, ha sido el factor decisivo para no ir a un presupuesto "de recortes" como marcaba el Gobierno de España con la rebaja de las transferencias.

El síndic de Compromís, Fran Ferri

También relativiza lo ocurrido la portavoz de Unides Podem, Pilar Lima, que señala que unos días de retraso no es lo más importante. Lima aplaude especialmente el incremento histórico en la Conselleria de Vivienda, que Unides Podem no cifra pero que garantiza que es considerable. La síndica insiste en la capacidad política del Botànic para llegar a un acuerdo y añade que decir que el tripartito está roto «es un sueño húmedo de la derecha».

La portavoz del PP, María José Catalá, califica lo ocurrido en los últimos días de sainete y batalla de egos y asegura que se ha producido un plante de la vicepresidenta, Mónica Oltra, al presidente, Ximo Puig, que ha llevado al hecho histórico de que no se hayan presentado los presupuestos dentro del plazo marcado. «Se ha roto, el Botànic está agotado, sus socios se comunican a golpe de portazos, es necesario que se convoquen elecciones», ha dicho Catalá esta mañana. La síndica añade que con dos mil millones de euros menos de ingresos por la vía del Estado no se entiende muy bien como aumenta el presupuesto que se presenta mañana después de que lo apruebe el pleno del Consell.

Catalá ha criticado los ajustes del calendario en las Corts y que el pleno previsto para el 10 y el 11 de noviembre pase a ser un ‘plenillo’ de un día, jueves, que se deja para intervenciones de la oposición y a la renovación de parte del Consell Valencià de Cultura, lo que supone un ataque a la democracia y al control parlamentario, asegura.

La síndica del PP, María José Catalá,

Desde Ciudadanos, Ruth Merino reprocha al tripartito el «desprecio a las instituciones» con un retraso que ha definido como una tragicomedia y una negociación que «siempre acaba al límite y con broncas, protagonizadas principalmente por Soler y Oltra». Esto demuestra, a su juicio, que prevalecen los «egos, personalismos y partidismos» antes que el bienestar de los ciudadanos.

La síndica ‘naranja’ ha lamentado que este año han ido «un paso más allá» cometiendo el «acto irresponsable» de no aprobar el proyecto de presupuestos como marca el calendario, además de alertar que sienta «un precedente peligroso y sobre todo les desprestigia a ellos». «Claro que es importante el cuándo, no solo el qué como quiere hacernos creer Oltra», ha recalcado.

Ana Vega, de Vox, ha rechazado el retraso porque cree que demuestra que el Botànic está «completamente roto» y que «no confían en unos y otros». También ha descartado que sean los presupuestos más expansivos porque lo ha ligado con una subida de impuestos para «volver a beneficiar a sus chiringuitos y al estado del bienestar político», por lo que ha prometido votar en contra tras estudiarlos «minuciosamente».

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