La corrupción tiene sus gastos. Comprar voluntades estratégicas y pagar por silencios quirúrgicamente oportunos, con las miras puestas en convertirse en una de las constructoras de primer nivel, no ya solo de València o de la Comunitat, sino de toda España, requiere, esencialmente, cantidades ingentes de dinero en metálico que sea invisible a los ojos de Hacienda. Y Jaime María Febrer, el hombre que soñó con contratos públicos en todas las administraciones, también supo cómo lograr ese objetivo con eficiencia: 7.154.751,46 euros en apenas seis años, de 2003 a 2009. Todo para mordidas.

La investigación del caso Azud desarrollada por los especialistas en delitos económicos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desvelan en su amplísimo atestado cuál era ese procedimiento, para el que Febrer contó con un ‘socio’ de primer orden, el también investigado Joaquín Pastor Rico. Este, asesor fiscal con despacho en Alicante, era, presuntamente, el mago que hacía entrar el dinero limpio –el de las mercantiles de los corruptores– por un lado del laberinto de empresas y personas creadas por él, para sacarlo después por el otro, convertido en dinero ‘sucio’, listo para ser entregado en mano a políticos, funcionarios o abogados con capacidad para influir, cambiar y conseguir cualquier contrato o negocio público en el que hubiese puesto el ojo Febrer.

Así se generaron, por ejemplo, los 1,2 millones y los 300.000 euros que supuestamente recibieron Alfonso Grau y Rafael Rubio por su «participación activa» en lo que Febrer bautizó como la «operación colegios», por citar solo un ejemplo.

Con la compraventa simulada de un terreno en la Vila generaron en apenas unos días una plusvalía del 642 % y más de 3,2 millones en metálico

El considerado ingeniero financiero de la trama habría generado toda una estructura empresarial que la UCO deja al descubierto tras haber detectado «al menos seis operativas» distintas en las que se repite siempre el mismo patrón. Eso sí, a la cantidad que necesitaban para los sobornos, les iban sumando por el camino del ‘ennegrecimiento’ costes como el IVA (para recuperarlo después, claro está) o las comisiones que iba a percibir cada intermediario.

Cómo ‘ennegrecer’ en tres pasos

Primer paso. Articulación de una relación jurídica o comercial simulada, «con contratos ficticios de prestación de servicios, intermediación simulada en compraventas de inmuebles, contratos de cesión de derechos mendaces o indemnizaciones simuladas», enumera la Guardia Civil, que hace posible introducir fondos legales –salen de las cuentas de las empresas que van a beneficiarse de la trama– en una estructura societaria «que se vincula a Pastor Rico», esencialmente, pero no solo, con su firma principal, Crema Dos SL

Segundo paso. Dentro de esa misma estructura societaria el dinero empieza a saltar de firma en firma, mientras esas mercantiles o personas físicas declaran relaciones comerciales entre sí a la Agencia Tributaria, para no dejar escapar el IVA y el Impuesto de Sociedades.

Tercer paso. Mientras se producía ese viaje trilero del dinero, empezaban las retiradas en efectivo –casi siempre a través de la sucursal 1.030 del entonces Bancaja de Alicante–, «amparándose en una relación comercial simulada que no tiene correspondencia con el movimiento de fondos», remachan los investigadores.

Los 'factureros' de Tomelloso

Buena parte de ese dinero se desvió a través de una pequeña constructora familiar de Tomelloso, en Ciudad Real, que pasó a tener facturaciones desorbitadas por prestaciones de servicios que nada tenían que ver con su objeto social, y en cuyas cuentas aparece como autorizado Pastor Rico. De hecho, la Guardia Civil incluso describe cómo, en una ocasión, extrajeron una gran cantidad de dinero en metálico de la misma cuenta tanto el asesor fiscal, en Alicante, como uno de los ‘factureros’, en Tomelloso, con apenas unos minutos de diferencia.

Pero, además de tratar de justificar los pagos con contratos por informes o servicios inexistentes –en el «asunto colegios», por citar un caso, obtuvieron más de medio millón en una sola operación con este sistema: Crema Dos recibe de Astroc 624.165,93 euros el 17 de abril de 2008, cuando tenía un saldo de 670 euros, y solo un mes después vuelve a quedarse con 75,29 euros en la cuenta–, también generaban dinero con la compraventa aparente de inmuebles.

Sucedió, por ejemplo, en la Vila Joiosa o Dénia, entre otros municipios. Solo un ejemplo: en una de ellas, en la Vila, con la compraventa ficticia de terrenos entre cuatro empresas de la órbita Febrer y Crema Dos, materializada en septiembre en 2006 generaron, en menos de un mes, una plusvalía del 642 % que les permitió sacar de la nada 3.200.222 euros en efectivo. Dinero, que, obviamente, fue sacado (a veces, de 300.000 en 300.000 euros) por la ventanilla de la 1.030 de Alicante.