El escrito que cinco diputados de los partidos que sustentan el Botànic han hecho público esta semana y que pone en cuestión el complejo decreto del Consell que, entre muchas otras cuestiones, busca agilizar la instalación de las renovables aún colea.
La posición de los tres diputados de Compromís y dos de Unides Podem que firman el escrito es clara y plantean que no pueden dar apoyo a medidas que impliquen reducir garantías ambientales y territoriales, ningunear la voz de los municipios y mermar la autonomía de los ayuntamientos para acelerar la implantación de macroplantas energéticas.
Los firmantes son la síndica adjunta de Compromís, Mónica Àlvaro, y los portavoces de Compromís y Unides Podem en Medio Ambiente e Industria, Graciela Ferrer, Beatriu Gascó, Josep Nadal y Ferran Martínez.
El decreto tiene que pasar por las Corts, seguramente en una semana y media, y no hay precedentes de alguna votación en la que diputados del Botànic hayan roto la disciplina de voto. Fuentes de ambas formaciones aseguran que no ocurrirá, pero alguno de los diputados muestra muchas dudas con el decreto aprobado en el Consell. Desde Compromís dicen que la situación se reconducirá.
El documento es, en esencia, la posición de Més, que la ha aprobado en diferentes convenciones de ámbito local y comarcal y también encaja en lo que defiende Unides Podem. Por eso resulta tan llamativo que en dos coaliciones donde prima el diálogo interno y las decisiones se adoptan casi de forma asamblearia, cinco diputados señalen públicamente que no están dispuestos a dar apoyo a medidas que ya ha aprobado el Consell. Hay diputados que consideran que el decreto es muy mejorable.
En Més, más que malestar, ha causado sorpresa la posición pública de tres de sus diputados sobre todo el hecho en sí de que suscriban la carta pública, el momento elegido y que lleguen a amagar con no dar apoyo.
Pero en ambas coaliciones señalan que las decisiones que adopta el grupo son las que defienden todos sus diputados, por lo que nadie cree que pueda producirse ninguna sorpresa en la votación que valide el decreto.
La síndica de Compromís, Papi Robles, señala que el decreto ha pasado por todos los trámites necesarios, se ha negociado muy profundamente en el Consell y su formación piensa que es «un buen decreto». Pero alguno de sus diputados no lo comparte y la coalición busca la forma de reconducir esta situación.
En Unides Podem señalan que se trata de un documento que incluye numerosas medidas, casi una especie de macrodecreto de reconstrucción para hacer frente a la crisis derivada de la invasión de Ucrania, y añaden que la coalición es favorable a ampliar medidas que faciliten el cambio de energías de la forma más eficiente posible pero sin menoscabar la autonomía de los municipios.
En lo sustancial apoyan el decreto, aunque matizan que con las renovables se podría llegar más lejos. Pero aceptan que en un gobierno de coalición ningún decreto complejo queda exactamente como le gustaría a cada partido que lo integra. Y defienden avanzar en cuestiones fuera de ese decreto como la Agencia de Energía.
