Carolina Pascual (Elx, 1974) llegó rompiendo techos de cristal a la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital. Mujer e ingeniera en Telecomunicaciones, en 2018 fue nombrada decana del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunitat Valenciana, impartía clases en la Universidad de Alicante y presidió la Asociación Valenciana de Ingenieros de Telecomunicación (AVIT), todo en un sector tradicionalmente masculinizado.

En 2019, llegó al Consell con el Botànic II -como fichaje dentro de las cuotas socialistas-, para ‘estrenar’ una nueva conselleria: en parte, una escisión de la de Educación (que se desligó de Universidades y Ciencia), pero añadiéndole las áreas de innovación y digitalización, como muestra del impulso que el Consell buscaba dar a la Comunitat Valenciana en este aspecto, ya antes de la pandemia.

Asimismo, el Botànic daba un paso más hacia la vertebración territorial decidiendo, por primera vez, que un departamento se instalara en Alicante. Muchas novedades para arrancar desde cero, en una consellera que en muchas ocasiones se ha visto alejada, y no por falta de esfuerzos de sus dirigentes.

Carolina Pascual. Germán Caballero

Carolina Pascual ha mantenido un perfil más bien bajo. Siempre discreta, pulcra e impecable, la consellera ha pasado desapercibida -quizás demasiado-y siempre se ha escorado más hacia las áreas de digitalización y ciencia que a las universidades, bien porque le ha ‘tirado’ su formación, bien porque las universidades nunca dan su brazo a torcer con facilidad.

Y es que, Educación traspasó una ‘patata caliente’ a la conselleria novel. Las cinco universidades públicas valencianas no cesan en su reivindicación de aumentar su financiación más de lo que el Consell invierte cada año, para recuperar, al menos, la que tenían una década atrás

Asimismo, siguen a la espera de un plan de financiación plurianual, pendiente del Botànic I, que no acaba de llegar y que ya lleva varias demoras. Quizás esté en verano, esa es la nueva fecha; quizás se retrase de nuevo.

Por otro lado, desde 2019 lleva atascada en los ministerios la firma del convenio colectivo del personal laboral de las universidades públicas que, pese a las incesantes reivindicaciones del Consell, no recibe respuesta, siendo la Comunitat Valenciana la única autonomía sin contar con este marco legal, que mejoraría y equipararía las retribuciones de las plantillas de estas instituciones de estudios.

Más becas y una selectividad atípica

No obstante, Carolina Pascual también ha dado buenas noticias, especialmente al alumnado. Las becas universitarias han ido en aumento -también las salario, que se han abierto a más alumnado-, mientras que las tasas de matrícula se han reducido; también ha habido nuevas convocatorias del plan GenT, de atracción del talento en investigación, otra de las áreas que se ha visto reforzada.

Del mismo modo es destacable el impulso a la digitalización, creando un polo innovador en Alicante. El Plan de Transformación Digital, la Estrategia Valenciana de Innovación o fundaciones como ValgrAI (de Inteligencia Artificial), son elementos que han dependido de la gestión de Pascual, así como el Institut Superior de d’Ensenyances Artístiques (Iseacv), que aún espera concluir el traspaso de competencias desde Educación.

Carolina Pascual atiende a los medios, los días previos a la selectividad de 2020. Daniel Tortajada

La lucha contra la brecha digital, la conexión en el interior despoblado y la divulgación de la ciencia, las ingenierías y las tecnologías (Stem) entre las niñas son otras de las áreas a las que Pascual más se ha dedicado.

De su gestión, en las hemerotecas también quedarán imágenes para el recuerdo, como la del verano de 2020, cuando la consellera dio la cara en una selectividad incierta pero finalmente exitosa tras el confinamiento. El alumnado realizó unas Pruebas de Acceso a la Universidad inéditas: en los institutos y en pleno julio.

Con la satisfacción del trabajo realizado y el esfuerzo dedicado sobre las espaldas, la hasta hoy consellera apuntó esta misma semana y junto al presidente Ximo Puig que “en realidad, todos estamos de paso: si no será antes, será después”. "El proyecto trasciende, tiene más envergadura que una persona, es de largo recorrido", afirmó con el temple, la discreción y la elegancia que la han caracterizado.