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El Gobierno promete a los regantes revisar los planes del trasvase Tajo-Segura

La ministra de Transición Ecolológica, Teresa Ribera, garantiza que analizará durante tres meses los proyectos y primará los criterios técnicos

Un momento de la reunión de cuatro horas que se celebró ayer en Madrid. | LEVANTE-EMV

Una reunión con sabor agridulce pero con la sensación final de que todavía puede haber partido. La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, se comprometió ayer, en una reunión de cuatro horas con la Junta Central del Acueducto Tajo-Segura, a estudiar a fondo durante los próximos tres meses los planes hidrológicos del Tajo y el Segura antes de llevarlos a su aprobación en el Consejo Nacional del Agua y, posteriormente, al Consejo de Ministros en el mes de octubre.

Durante el encuentro no se avanzó en la negociación de un posible pacto para dejar como están los caudales ecológicos del río Tajo en Toledo, Aranjuez y Bolarque -clave para que no hay recorte del trasvase- pero la vicepresidenta sí aseguró a los representantes de los regantes, Lucas Jiménez y el ilicitano Javier Berenguer, que el estudio y la decisión final se hará en base a criterios técnicos y no políticos.

Es ahí, precisamente, donde el Sindicato Central ha visto un hilo de esperanza, ya que sobre la mesa del Ministerio para la Transición Hidrológica va a haber dos planes elaborados por técnicos del ministerio que se contradicen. Por un lado el del Tajo, que certifica la muerte de trasvase al subir el caudal ecológico y, por el otro, el plan del Segura, que advierte del desastre económico y social que el incremento provocará en Alicante y Murcia. Las espadas siguen, por lo tanto, en alto pero el ánimo de los regantes sigue siendo el mismo que presidió la concentración del martes en la plaza de la Montañeta.

Reivindicación del diálogo

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no se baja un milímetro del guion. Apuesta por la necesidad de un diálogo «respetuoso y constante» entre los actores públicos y privados implicados en abordar los planes de cuenca del Tajo y del Segura. Ribera señaló el «compromiso» adquirido con los regantes para mantener un diálogo constante e impulsar una inversión que «no tiene precedentes» en infraestructuras de reutilización, de desalación y de interconexión dentro de cada una de las cuencas, para asegurar el suministro y mantener precios competitivos para el agua desalada.

Para la ministra es muy importante compartir con ellos, no solo los planes hidrológicos de cuenca, que ya han pasado por todos los consejos de agua de las distintas confederaciones, sino también su «evaluación ambiental estratégica» y como se perfila esa visión de conjunto, para que las cosas funcionen de la mejor manera posible.

Por supuesto que vamos a seguir planificando con el ministerio los temas tendentes al desarrollo de infraestructuras y desalación, pero en el tema de la detracción de los caudales la sensación es de desconsuelo», subrayó Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central. Jiménez no pierde la esperanza, lo mismo que no la pierde Javier Berenguer, presidente de Riegos Levante. «Lo más positivo es que nos ha trasladado que hay tres meses por delante en lo que se va a hacer una evaluación ambiental de todos los planes».

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