"Estamos en un limbo migratorio. Lo dejamos todo para venir aquí y nuestros ahorros no son infinitos". Katerina es venezolana, y huyó de la persecución por ser cercana a un opositor político. Ella mandó un correo electrónico para pedir asilo, regularizar su situación y ponerse a trabajar. Como no recibió respuesta mandó otro. Mandó varios más. Hasta que supo que un error informático había provocado la pérdida de 4.000 mails, entre los que estaba el suyo.

La solución a la pérdida de correos electrónicos fue cambiar el sistema para solicitar protección internacional, y la Policía migró a la web del Ministerio de Política Territorial. A los miles de afectados por los correos no se les dio otra solución que volver al final de la cola. Y un sistema que ya presentaba retrasos acabó por estar colapsado. Tanto que cientos de solicitantes de asilo han decidido salir a la calle denunciando que llevan meses paralizados, en stand-by, porque no encuentran cita. Y sin cita no hay documentos. Sin documentos no hay trabajo. Y sin trabajo no hay vida digna.

La Policía ha acabado disolviendo la concentración porque no estaba notificada e identificando a unos de los demandantes de asilo, pero aun así los migrantes han recogido más de 200 firmas de personas afectadas en un documento que posteriormente han entregado a Delegación del Gobierno.

Las reclamaciones de los solicitantes de asilo son más citas, más días de atención, y que se abra alguna otra comisaría donde hacer las entrevistas, ya qua ahora mismo la única disponible en València es la de Zapadores. "No puede ser que en Madrid haya 13 comisarías que abren a la vez para atender y dar cita y aquí solo tengamos una que da 15 citas a la semana", lamenta Susej Deseño, abogada venezolana.

Cola de firmas en la que decenas de solicitantes de asilo que no consiguen cita reclaman a Extranjería agilizar los trámites. M.A.Montesinos

Marianela Ascanio vino con su familia a principios de año y también ha experimentado cómo es imposible sacar una cita, entre otras cosas, por la presencia de bots automáticos que captan las horas en cuestión de segundos. "Es imposible poder encontrar una cita, aunque te pongas en el mismo momento que salen los bots siempre son más rápidos y te quedas sin nada", lamenta. Los programas informáticos son tres veces más rápidos que los solicitantes.

Otra de las cosas que reclaman es volver al anterior sistema por el cual una cita servía para entrevistar a toda una unidad familiar, y no a las citas individuales que se expeden ahora. "Si es complicado sacar una cita, imagínate 5 para toda mi familia", lamenta Ascanio.

Un año sin ingresos

Katerina asegura que, aunque consiguiera cita para la semana que viene, todavía tendrían que pasar muchos meses para lograr un permiso de trabajo que le permita arrancar su vida aquí en España. "Tendría el resguardo, pero están dando hora para la primera entrevista en 6 meses, y de ahí, si te conceden el asilo, otros 6 meses más hasta lograr un permiso de trabajo que tienes que ir renovando", cuenta.

Por ese motivo dice que "no salgo de casa para no gastar mucho. Nos vinimos con ahorros y la idea de aguantar unos meses, dime quién puede aguantar un año sin ingresos de ningún tipo", lamenta. Aunque recién llegada a España ya le han ofrecido varios empleos de incorporación inmediata, el hecho de que no tenga documentos ha hecho que se de contra un muro y no pueda trabajar. Porque ella solo quiere eso, trabajar. "Los ahorros no son interminables, en algún momento se van a acabar", denuncia Katerina.

"No salgo de casa para no gastar mucho. Los ahorros no son interminables y en algún momento se van a acabar", dice Katerina, una solicitante de asilo

Por eso otra de las cosas que reclaman es acortar este espacio hasta conseguir los permisos de trabajo. Una situación que viene previa a la pérdida de los correos electrónicos. Antes de darse esta situación ya se tardaba más de 6 meses en gestionar los papeles para el asilo, cuando el tiempo que se había dado normalmente es de un par de meses para las peticiones de protección internacional. En otros trámites como el padrón, necesario para reclamar el asilo, no hay tantos retrasos como en el caso de las solicitudes de protección internacional.

"Nos sentimos realmente mal porque no venimos aquí para vivir de las ayudas sociales. Quiero ponerme a trabajar para sacar adelante a los míos, a mí ya me han ofrecido empleo para incorporarme ese mismo día en varios sitios, pero por culpa de no tener papeles es imposible", lamenta Franco, otro solicitante de asilo. "Huimos de nuestro país porque no quedaba otra y llegamos aquí porque pensábamos que no nos íbamos encontrar con estos problemas, pero estamos en una situación también mala mientras no nos resuelvan", cuenta.

Los solicitantes de asilo reclaman salir de la situación "no legal" en la que están, sin documentos, sin poder incorporarse en el mercado laboral, pero sobre todo en una carrera contra el calendario para no caer en la irregularidad administrativa. Como ya alertaron asociaciones como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la situación de colapso y falta de citas puede provocar que a muchos solicitantes se les pase el plazo de estancia legal en España como 'turista' y les sea incoada una orden de expulsión del territorio en un tiempo en el que no se les ha permitido solicitar asilo ni exponer su caso en una entrevista.