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Migraciones

Afectada por la pérdida de las solicitudes de asilo: "No puedo volver a Colombia, allí estoy amenazada"

Araceli pidió protección internacional tres veces, pero sus correos fueron parte de los que perdió Extranjería - Meses después, esta colombiana corre el riesgo de ser devuelta a su país si no consigue una cita para la entrevista del asilo

Una persona migrante sin documentación en València.

Araceli es psicóloga. Trabajaba en un cole en Colombia. Hace poco decidió reformar su casa con sus ahorros, pero un día un grupo de pandilleros le pidieron "la vacuna". Así se llama allí a una extorsión; dinero a cambio de que no te hagan nada. Desconoce si eran guerrilleros o paramilitares, solo sabe que "son personas muy malas. Conocemos casos de gente a la que han asesinado por no pagar". Así, con el miedo en el cuerpo y mucha tristeza, tuvo que escapar de su país sabiendo que nunca más volvería.

Llegó a París, donde vive su hijo, pero pronto le apareció una oportunidad laboral en España. La "oportunidad laboral", era más bien una oportunidad de semiesclavitud, ya que consistía en trabajar de interna en una casa, sin descansos, por 700 euros y con una empleadora que la maltrataba psicológicamente. Pero Araceli no tiene documentación, así que aceptó. Entró a la casa a mediados de enero y duró 14 días. Salió escoltada por la policía a la que llamó la empleadora para evitar que se fuera.

A principios de diciembre se enteró de la posibilidad de pedir protección internacional por su situación de perseguida. Y lo hizo. "Fui al ayuntamiento y me dijeron que mandara un correo a tal dirección". Y lo mandó. Pero nada. Lo volvió a mandar una segunda vez, y una tercera. No contestaron. El pasado viernes se enteró de la situación por medio de un abogado de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en València. Extranjería había perdido todos los correos electrónicos, incluidos los suyos, desde hacía dos meses por un "error informático". Además, todavía no tenían un sistema fiable en el que poder pedir cita para la entrevista en la que contaría su caso.

Araceli lleva meses indocumentada y sin posibilidad de regularizar su situación para trabajar, abrirse una cuenta y ayudar a la familia que deja en su país. Su historia es una de tantas. Tres de los 4.000 correos electrónicos pidiendo protección que la Policía perdió en València. Nadie le comunicó lo que debía hacer, las autoridades no comunicaron el error ni los pasos a seguir por los afectados.

Así que hasta hace dos días Araceli no sabía nada. El viernes se enteró de que el correo ya no servía y de que ahora el nuevo sistema es una aplicación. Lo supo, en realidad, de casualidad. Muchas otras personas, alertan las entidades de atención a personas migrantes, pueden no haberse enterado.

"A los ciudadanos ucranianos les están dando autorización para trabajar en 24 horas, pero el resto de nacionalidades tienen que esperar como mínimo 6 meses para eso",

Pilar Serrano - Abogada de extranjería de València Acull

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Aplicación inactiva

Araceli salió de la oficina de CEAR con la nueva información de que tenía que pedir la cita por una aplicación. Le dijeron que las citas se abrirían cada viernes a las 09:30 de la mañana. A esa hora lo intentó, y nada. Durante toda la mañana estuvo entrando y saliendo de la web del ministerio sin éxito. No había citas para ella. "En este momento no hay citas disponibles. En breve, la Oficina pondrá a su disposición nuevas citas", era el mensaje en la pantalla. Un mensaje repetido miles de veces, a miles de solicitantes de asilo que no encuentran forma de pedirlo.

Lo único que quiere Araceli es "poder convalidar mi título aquí, en España, y ponerme a trabajar para sacar adelante mi vida. Nada más", explica. Cuenta que su casa en Colombia ya está en venta porque sabe que no puede volver. "En España siento mucha tristeza, porque llegué aquí para trabajar, para ganar dinero honrado, y hacen que no te sientas una persona útil en la sociedad", lamenta.

Si consiguiera cita hoy mismo, a la colombiana todavía le quedaría muchísimo camino para que le dieran un permiso de trabajo. Pilar Serrano, abogada de extranjería de la asociación València Acull, cuenta que "antes del error los expedientes se alargaban años hasta resolverse". Matiza que el cierre de fronteras por la pandemia hizo que la administración redujera un poco la montaña de trabajo, pero el éxodo ucraniano y la apertura de nuevo han hecho que se vuelva al mismo punto. "Es necesario más personal, más medios", sentencia.

Antes del error informático se estaban dando citas para el mes de junio, así que, suponiendo que fuera así, Araceli debería pasar tres meses más sin documentación. "En julio hará la primera entrevista de manifestación de voluntad de conseguir asilo, después pasará otro mes donde recibirá un resguardo, y en 6 meses más podría tener la autorización para trabajar mientras la autorización se resuelve", cuenta Serrano. "Esto nos preocupa mucho, porque a los ciudadanos ucranianos les están dando autorización para trabajar en 24 horas, pero el resto de nacionalidades tienen que esperar como mínimo 6 meses para eso", añade.

Sin citas para la renovación

Un solicitante de asilo recibe un resguardo que le protege de su expulsión del país cuando hace la primera entrevista. El proceso suele alargarse, y el extranjero tiene la obligación de renovar este resguardo cada seis meses. Serrano denuncia que Extranjería tampoco está dando citas para esta renovación. "Es muy grave, porque si la documentación caduca, a esa persona la despiden del trabajo y le congelan las cuentas bancarias hasta que lo resuelva", lamenta.

Y, si consiguiera superar todos esos obstáculos, la realidad es que Araceli lo tendría muy complicado para que España le diera refugio. Colombia es una de las nacionalidades con más peticiones de asilo en España, con muchas historias similares y muy duras, según Serrano. "La oficina de asilo ya ha determinado que estar amenazada de muerte no es motivo suficiente para pedir asilo, porque la amenaza no es por motivos políticos, entonces no entra en los supuestos de la ley", explica. "Hay poca sensibilidad con los colombianos en estas situaciones", denuncia Serrano.

Mientras tanto, Araceli se la juega si sale a la calle y una patrulla de policía le pide la documentación. Al no tener el resguardo de la primera cita no tiene documentación, y como no tiene documentación puede ser deportada a un país donde le esperan las personas que amenazaron con hacerle mucho daño. "Me da miedo cada vez que salgo pero tengo que hacerlo para ganarme la vida. Pero no puedo volver a Colombia de ninguna manera, allí estoy amenazada", lamenta.

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